Hay artrópodos que molan muy fuerte como las langostas. Y hay artrópodos que dan un ascoputo que no puedes con ellos, como los piojos.
El domingo pasado estabas retozando tan ricamente con tu estirpe en el sofá buscando la pose para echarte la siesta de rigor que estipula el Estatuto de las Mamás en el artículo 29 apartado 1º, cuando de repente te hallaste con uno de estos ascoputos cara a cara desde la nuca de tu hijo.
Reaccionaste muy zen.
¡¡¡¡UN PUTOAAARRGGHHHJOOOOOOO!!! ¡¡COÑOOO, UN PU-TO-PI-O-JO!!!!!!!!!!! ¡¡¡¡¡¡ASCOOOOOOOPUTOOOOO!!!!!
Ipsofacto cogiste a Jomío por las axilas apartándolo de
tu cuerpo todo lo que te permitía el largo de tus brazos y lo depositaste lentamente en la bañera como si fuera una bomba de TNT. En cuarentena.
¿Qué hay más asqueroso en el mundo que un ascoputo? Un montón de ascoputos correteando por el cuero
cabelludo de tu estirpe, o peor aún por el tuyo.
Así que te lanzaste a la calle en busca de una farmacia de guardia a por el método más
efectivo contra los ascoputos. Por supuesto antes consultaste tu vademécum personal en materia de sanidad: Twitter. Y te ilustraste sobre el tema de la mano de mamás expertas. GRACIAS :-)
A día de hoy has hecho de todo y te has gastado una pasta: tratamiento A, tratamiento B, peine liendrera A, peine liendrera B, vinagre de vino blanco, vinagre de vino
tinto, vinagre de manzana, aceite de árbol de té…. Sólo te falta echarle a Jomío mezclum de lechugas, unas olivas y comértelo.
Y aunque le desparasitas seguís cohabitando con los ascoputos.
Ayer descubriste al Falete de los ascoputos correteando alegremente por la hermosa mata de pelo de hombredepacienciainfinita. Y tú te preguntas: ¿El tamaño de los piojos es directamente proporcional al del huésped? (...) Se lo quitaste como buena hembra desparasitadora de su macho alfa, te lo quedaste mirando fijamente (al piojo) y te saludó moviendo una pata de la cabeza. ASCOPUTO.
Pero como de todo en esta vida se aprende, ahí van tus aprendizajes más relevantes:
Ayer descubriste al Falete de los ascoputos correteando alegremente por la hermosa mata de pelo de hombredepacienciainfinita. Y tú te preguntas: ¿El tamaño de los piojos es directamente proporcional al del huésped? (...) Se lo quitaste como buena hembra desparasitadora de su macho alfa, te lo quedaste mirando fijamente (al piojo) y te saludó moviendo una pata de la cabeza. ASCOPUTO.
Pero como de todo en esta vida se aprende, ahí van tus aprendizajes más relevantes:
- Los piojos son mu feos. Pero mucho.
- Eres una mamá fuerte, protectora y valiente hasta que el piojo se mueve.
- Te dicen que los piojos van tanto al pelo sucio como al limpio pero tú sigues sintiéndote como la madre del apestado de la guarde.
- El vinagre los asfixia. Salvo a los que se hospedan en Jomío que han sobrevivido a dos tsunamis de vinagre.
- No mola acostarse con alguien que huele como las berenjenas en vinagre de Almagro.
Que aunque leíste que tras aplicar la emulsión
anti-ascoputos no se debía utilizar el secador eléctrico, lo utilizaste. Después seguiste leyendo y ponía que la emulsión contenía elementos inflamables.
Oops...
Que ascazo de bichos PORDIOS... Y ahí va tu pregunta: ¿Cómo cojones se limpia el peine liendrera? Ayer lo pusiste a hervir, se te olvidó y lo quemaste. La cuestión es tener cada día un motivo para ir a la farmacia a invertir en gadgets desparasitadores...
Que ascazo de bichos PORDIOS... Y ahí va tu pregunta: ¿Cómo cojones se limpia el peine liendrera? Ayer lo pusiste a hervir, se te olvidó y lo quemaste. La cuestión es tener cada día un motivo para ir a la farmacia a invertir en gadgets desparasitadores...