lunes, 28 de febrero de 2011

La piscina no mola.

En tu ardua labor por mantener los kilos a ralla, ayer seguiste el consejo de una “buena” amiga que dice que la natación esculpe un cuerpo bonito.

Ya hace unos meses que vas al gimnasio y te sientes como en casa. Los entrenadores te conocen y te saludan, sabes dónde está todo, te sabes los horarios de memoria, más o menos te encuentras siempre con los mismos y empieza a haber un poco de complicidad con los que van a tu hora. Vamos, que te sientes la puta ama del gym así que finalmente ayer pensaste: “Hoy es el día. Hoy voy a ir a la piscina a nadar”. Y te vas.
Antes pasas por el vestidor a embutirte en un bañador infernal que apenas te deja espacio para hinchar tus pulmones a un 25% de su capacidad y que a tu retoño te lo pone por chepa. Para rematar la faena te pones un condón azul en la cabeza y unas gafas ortopédicas con una goma cuyo propósito es partirte la cabeza en dos. Equipada te plantas delante del espejo y piensas: 
 
 ¿Dónde coño se ha metido la preñadita sexy que soy? ¿De veras que ESO soy yo? ¿Un cacho de látex con 4 extremidades blanquecinas y unas cejas que debido a la presión del gorro en la frente me convierten en Brandon de Sensación de Vivir?

Ignoras lo evidente y te personas en la piscina con la esperanza de que nadie te reconozca de esa guisa.

20 metros de largo pone en un cartel y piensas: “¡buah! no es para tanto…¿mi amiga se hace 100 piscinas? Yo me haré el doble.

Tras un rápido baile epiléptico en las duchas de agua helada identificas un carril libre entre un machote que nada estilo mariposa y otro que lo hace con estilo braza. Estás a punto de zambullirte en el agua al estilo Gemma Mengual cuando recuerdas que tienes un leve problema de oídos y que el médico te sugirió que no te tiraras de cabeza. Así que dejas de pavonearte delante de todos y acabas entrando en la piscina por las escaleritas (de las abuelas) y atraviesas todos los carriles (incordiando a todos los nadadores) hasta llegar al tuyo.

Te pones a nadar cual sirenita. Una brazada con la derecha, otra brazada con la izquierda, derecha, respiro, izquierda y BLANGGGGG! Calambre de 7 sobre 10 en la planta del pié izquierdo. Un dolor punzante recorre todo tu pié y empieza a subir por el gemelo hasta la rodilla camino de la ingle. Dejas de nadar y con las dos manos intentas masajearte el pié dejando en evidencia que no tocas en el fondo de la piscina y creando una estampa patética y peligrosa a partes iguales. Porque justo en ese momento en los carriles adyacentes al tuyo se cruzan los dos nadadores machotes, y tratando de mantener a flote tu cabeza “encondonada” sin querer les metes una patada al de mariposa y un codazo al de braza jodiéndoles vilmente su ritmo de nado y provocando un ligero caos en la paz “piscinil”.

En ese momento la vigilante de la piscina embutida en su chándal de la colección "no follo ni patrás" y con su particular tono de trol malfollado grita: “Eh tú! La que está en medio, sí sí la del gorro azul, estás molestando al resto!”.

O_O Está presenciando el primer "preñicidio" de la historia y lo único que le preocupa es que “molestes” a los presentes. Como ve que no puedes emitir un sonido que no sea “glup…glup”, se levanta (sin prisa) y se acerca a tu carril: “¿que necesitas un poco de ayuda??”. “¿Yo?????? ¿¡que vaaaaaa?!?!?!?!?!?!"...
Decides retirarte hacia la escalerilla. No te podía haber ido peor.

Y justo en ese momento: BLANGGGGG! Calambre en la planta del pié derecho!!!

De repente todo azul. Te has hundido. Mientras, sigues retorciéndote de dolor y desde fuera todos siguen mirándote.

Menos mal que tu condición de preñada les provoca algo de compasión y el machote que nadaba estilo mariposa te socorre y te saca de la piscina. Te sienta en el suelo y muy amablemente te masajea los pies hasta que se te pasan ambos calambres. 
Por suerte, dispones de la neurona de emergencia que una vez fuera del agua te recuerda que te quites el gorro para lucir melena rubia. Estarás jodida, ¡pero estupenda!

Resumen: has hecho un cuarto de largo de los 200 previstos, has sufrido los 2 calambres más dolorosos de tu vida y has tragado tanto cloro que a tu retoño le vas a poner Clorofito.

Moraleja: la piscina no mola.




jueves, 24 de febrero de 2011

Entre el gym y los fogones

Definitivamente tu relación con tu comadrona es de amor-odio.

El día del parto entre los dolores que sufrirás y las ganas que le tienes, la sala de partos parecerá un cuadrilátero de kick boxing! “¡¡En un rincón con un peso de 67kg tenemos a COMADREITOR el terror de las preñadas!! Y en el rincón opuesto con un peso de 70kg a PREÑÁ CABREÁ con la hormona loca!!”…

Sueñas con su voz en off cada noche. La oyes diciéndote “¡¡nena, estàs massa grassa!!” así que has decidido volver al gym (porque tú no vas al gimnasio, tú vas al gym).

Al llegar compruebas que no ha cambiado nada, lo que te consuela porque significa que no hace tanto que no vas. En el vestidor te desnudas lentamente para que todas las presentes puedan apreciar tu barriguita de preñatriz. Te enfundas en tu equipo: pantalón de chándal ochentero y camiseta de tu marido XXL. Pero ¡Oh sorpresa! No has calculado bien tus nuevas curvas y el pantalón no es que te vaya lo justo, es que a duras penas te entra y encima te guillotina la parte baja de la barriga. Así que decidida a no renunciar a tu sesión de ejercicio te subes los pantalones hasta el ombligo y más allá, subiéndote las perneras por encima del tobillo y dejando al descubierto tus calcetines de deporte blancos con rallita roja y azul. Cutre no, lo siguiente.

A los 6 minutos en la elíptica cuando tu corazón amenaza con salírsete por la boca decides que ya es momento de relajarse y recuperar el ritmo cardíaco. 
¡A la sauna de cabeza! Te sientas, te quitas la toalla y luces perfil griego de preñatriz chachi. Al cabo de 3 minutos notas como las otras chicas te observan, observan tu deliciosa barriguita y vuelven a observarte a ti y te hinchas como un pavo real de orgullo de preñatriz. Eres la más bella entre las bellas. Hasta que levantas la vista y al lado de la puerta lees un cartel en letras mayúsculas en negrita que pone: “Está totalmente contraindicado hacer uso de la sauna durante el embarazo”…ups…!

Muy dignamente simulas tener suficiente sauna, envuelves tus redondeces en la toalla y sales pitando de la sauna a meterte en una ducha de agua fría para bajar la temperatura de tu cuerpo. No vaya a salirte el niño cocido :o

Recuperada del susto y empecinada en mantenerte estupenda, decides complementar tus visitas al gimnasio con una dieta equilibrada, sana y variada. Así que coges tu carrito de la compra y te vas al mercado.

En tu primera visita SOLA al mercado haces 2 descubrimientos muy importantes a tener en cuenta:

1- No es lo mismo medio kilo de naranjas que medio kilo de jamón york. Tienes lonchas para empapelar la habitación del niño de arriba abajo.

2- Hay que pedir las cosas por unidades salvo las aceitunas. 275 aceitunas NO es una medida habitual de compra.

Ya en casa te encuentras con la nevera a reventar y te la quedas mirando fijamente: ¿Qué hay peor que una esposa que no sabe cocinar?? Una que está aprendiendo.

Pillas tu portátil y consultas a tu vademécum personal y Oráculo Universal de sabiduría: GOOGLE.

Escribes: “zanahorias y puerros” y le das a Intro. De repente te salen un montón de recetas de cocina de cosas que se pueden hacer con estos dos ingredientes…¡crema de zanahorias y puerros! Obvio. Has necesitado que te preñaran y que llegara el siglo XXI para llegar a esa conclusión.

30 minutos más tarde. ¡TACHÁN! Tu primera crema de puerros y zanahorias chispas! De hecho, tus primeros 12 litros de crema de puerros y zanahorias chispas…!


Tu santo marido no es que esté harto de comer crema, es que cada vez que ve un puerro llora.

lunes, 21 de febrero de 2011

Comadreja, esa profesión incomprendida.

El pequeñajo evoluciona perfectamente. 

Te has esmerado tanto en hacerlo bien y te has aplicado con tanto ahínco que te has despreocupado de alguien importante en esta historia, tú.

Ahora resulta que tu hijo está en perfectísimo estado y creciendo muy hermoso pero que tú estás anémica, baja de tensión y con exceso de peso. Cojonudo.

El que hace unos meses era tu ginecólogo guay se acaba de convertir en tu peor enemigo. Y como todo ser vil que se precie, su inseparable compañera de fatigas siempre le compaña: la comadrona.

¿¿Porqué TODAS las comadronas del mundo son señoras mayores con mucha mala leche?? ¿¡¿Y porqué ODIAN a todas las mujeres embarazadas del planeta?!? ¿¿Dónde están las comadronas jóvenes y sonrientes?? ¿¿Es que tener mil años y una mala ostia de pelotas es condición sine qua non para licenciarse en Comadriles y Maternales??...

Además parece que disfruten haciéndote pasar un mal rato y jodiéndote a base de bien. Después de pesarte con el culo al aire delante del ginecólogo y de tu marido, se pone a hacer unas anotaciones y sin levantar la vista de su libro de las sombras te dice con voz triunfal: “¡Nena! Has engordado demasiado. No puedes engordar así, te voy a traer una dieta”.

Eso, tú ven a joderme más que me pone” piensas, pero ni te atreves a abrir la boca porque nada puedes hacer contra Comadreitor, este embarazo es de su potestad y ella manda.

Te quedan por delante 5 meses de fruta, verdura y carne/pescado a la plancha con un apetito de brontosaurio insaciable a todas horas. Por supuesto los dulces están prohibidos, el pan, las galletas, las conservas, los frutos secos y el agua de vichy!! ¿¿¡¿Dónde cojones se ha visto que el agua de Vichy sea perjudicial!!??? O_O

Y no contenta con tu sobrepeso además te informa de que tienes anemia, la tensión baja y has dado negativo a la toxoplasmosis lo que te obliga a no tocar el sushi ni los embutidos de cerdo, dejándote un panorama bastante desolador: el pavo, los burguitos sin sal y todo lo que sea verde y fresco. Es el fin :('

En la canastilla del bebé ya has incluido un jamón y cuando hayas parido te lo vas a comer a “bocaos” en la clínica (tú sola y sin pan).

jueves, 17 de febrero de 2011

Pregnant homework

Hay dos cosas que toda embarazada que se precie debe hacer durante su embarazo.

La primera es ir a comprar ropa pre-mamá. A pesar de que tu barriga dista mucho de ser una barriga redondita y gustosa, te plantas con tu barriga pseudomorfa con lorza incluida en una de las tiendas de ropa pre-mamá de Barcelona más cool (super chachi en lenguaje de preñatiz). Tras echar un vistazo a todo el surtido de modelitos y escoger unos 12, te diriges al probador y compruebas que todo en la tienda es XXL excepto el vestidor. ¿Cómo pretenden que tu maxi bolso, Garban, los 12 modelos y tu culo quepan aquí dentro? Y peor aún: ¿y que encima te desvistas y te vistas?...

Muchos años de danza clásica avalan tu elasticidad y consigues encajonarte en el zulo, colgar las prendas y desvestirte. Justo cuando estás en tanga (rosa chicle) y sujetador se abre la puerta y aparece la dependienta con una semi esfera de plástico transparente con gomas elásticas y te la da. ¡¡Es una barriga de plástico!! Le gritas a la pobre mujer de metro y medio que deduce que no sólo es lunes si no que encima le ha tocado a la novata dominguera y escandalosa. Y te la coloca. Es una barriga de plástico de 8 meses para comprobar que la ropa te irá cediendo a medida que la tripa vaya aumentando de tamaño. ¡¡Y qué bien te queda oye!! ☺

Al momento sales del probador con tu barriga postiza y el primer modelito y te pones a posar delante del espejo como una embarazada profesional:  mano en los riñones con cara de cansancio, caricia con mirada maternal sobre barriga, media vuelta a la izquierda, otra a la derecha, doble giro con mano en los riñones y cara de náusea…ante el sigiloso movimiento de alejamiento de la dependienta de la zona VA (Vergüenza Ajena) asumes que ya has hecho suficiente el mongolo y debes empezar a fijarte en la ropa que llevas y no en tu estupenda y espontánea barriga de plástico.

Varias combinaciones después decides qué prendas vas a llevarte: todas farda-barriguita. A la hora de pagar la dependienta te pide que le devuelvas la barriga pero tú no quieres quitártela, te queda tan bien, es tan mona y pesa tan poco que quieres llevártela puesta, pero la dependienta insiste y dos forcejeos más tarde te ves obligada a renunciar a la barriga y se la devuelves refunfuñando y ofendidísima.

La segunda cosa que decides hacer en ese momento es ir a la Casa del Libro. Ya es hora de culturizarse un poco en manos de profesionales. Así que preguntas por la sección especializada en maternidad y te personas ipso facto delante de una infinita estantería de sabiduría y conocimiento acumulado esperando a ser descubierto por una preñatriz como tú. Entre las maravillas que te encuentras, descubres auténticas “perlas” como éstas:

- Manual de supervivencia para mamás estupendas (o sea…)
- Guía para el padre novato (librito de 50 hojas con muchos dibujitos y frases cortas)
- La aventura de ser mamá (o la putada, según se mire)
- Tenemos que hablar de Kevin (Costner José…cuando ignorancia y mal gusto van de la mano)
- Como la seda (a ésta le fue muy bien)
- Con tal de no morir (a ésta no)
- A punto de estallar (gráfica manera de describir el embarazo)
- Puta linda (puta sí, linda discutible)
- El secreto de las madres felices (no tener hijos)
- La mujer: reina e indomable. ¡Vive lo que tú eres! (guía de autoayuda para feministas mal folladas)
- Mamá es sexy: manual de supervivencia sensual para madres (mamá y sexy en la misma frase?..)
- Estoy embarazada ¿y ahora qué? (reza)
- …

Compras los dos primeros y uno que te han aconsejado sobre la lactancia materna para ilustrarte un poco sobre el tema. La verdad es que el primero te deja bastante que desear, se trata de la experiencia de una periodista especializada en moda que en su primer embarazo engordó 25 kilos y se pasa medio libro diciendo qué sí puedes y qué no puedes comer, en realidad parece una guía para embarazadas bulímicas.

El segundo está muy bien, es divertido y muy gráfico. No sabes si tu marido se hará un experto en la materia pero desde luego se pasa el día con las narices metidas en el libro y haciéndote preguntas del tipo: ¿sabías que el parto puede durar hasta 36 horas?...

¡¡Si es que es peor el remedio que la enfermedad!!

lunes, 14 de febrero de 2011

Conexión rubia-garban...oooommmm.....


Esta mañana a las 6:40 y sin motivo aparente tus ojos se han abierto de golpe sin intención de cerrarse de nuevo. Así que has cogido tu embarazado culo y te has dicho a ti misma: “¡Levántate! ¡Dúchate! ¡Ponte mona! ¡Desayuna en casa! ¡Mira las noticias y entérate de qué sucede en el mundo que le vas a dejar a Garban! ¡Vete a trabajar dando un agradable paseo matutino y llega pronto a la oficina para despertarla con energía y positivismo a tope!”

Te has levantado animada con tu ejercicio de auto-motivación y has ido a ducharte. Cuando te has visto reflejada en el espejo con un ojo en el cogote y los pelos de Gloria Trevi has percibido la sobreestimación de tus propias intenciones pero te has armado de valor y has procedido a tu desnudo diario integral y a la ya rutinaria palpación de tu nuevo cuerpo y comprobación de la correcta evolución de sus curvas.



Y de repente...¿¿¿quién eres tú y qué haces ahí????? Al girarte delante del espejo para hacer la comprobación visual de la parte trasera de tu cuerpo descubres una lorza continua que abarca desde la parte superior de tu riñón izquierdo hasta la parte superior de tu riñón derecho, sin el menor atisbo de desaparecer en la parte central de la parte baja de tu espalda.

Felicidades. Oficialmente tu culo ya empieza en tu nuca :(

Encima tus lindos ropajes se resisten a encajar en tus nuevas curvas. Te pruebas 3 pantalones, 2 americanas, 4 vestidos, 3 camisas y una chilaba (por probar…) y te acabas poniendo lo primero que te habías probado y que se había  quedado debajo de toooodo el montón de ropa. No sin antes NO  encontrar LA camiseta que te apetece ponerte hoy, porque tiene que ser ESA y NO otra. Eso no es ser caprichosa, es ser perfeccionista. Y cortar con las tijeras la goma elástica superior de las medias para que no te opriman la parte baja del vientre no es ser excéntrica, es ser subnormal profunda porque a media mañana te levantas de golpe de tu mesa y te encuentras con las medias caídas hasta las rodillas ante la atónita mirada de tu compañera de curro.

Te las subes al son de cadaunasevistecomoquiere y al salir del curro te vas a la revisión mensual de tu garbancito. 

2 kilos y 4 ecografías después llegas a casa dispuesta a seguir el consejo que te ha dado tu ginecólogo. Dice que a estas alturas del embarazo si te acuestas y te relajas, puedes notar cierto movimiento en la parte baja del vientre, como un aletear de mariposas. Así que ni corta ni perezosa te acuestas en la cama, te pones las manos en el vientre y tratas de relajarte al máximo para poder notar algún movimiento de tu garbancito. 

Empiezas a respirar profundamente: inspiraaaaaaas….  expiraaaaaaas… inspiraaaaaaas… expiraaaaaas…. PRRREEEEEEEEEEEEEEEP……. ups…. un pedete…. (lo hueles..mm...más bien lo degustas) y sigues con tu intento de entrar en conexión con tu retoñito… inspiraaaaaas… expiraaaaaaas… inspi… zzzzzzzz………zzzzzzzzzzzz…..zzzzzzzzzz……zzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzz…………..!!



Tas sobao”.


Va a ser que la temática mística y el rollo “hippie” no van contigo, no eres capaz de relajarte sin sobarte ni tirarte un pedo. Pero como alguien dijo una vez: cada uno es como es y nace como nace ;o)

martes, 8 de febrero de 2011

La semana Fantástica de los Mocos

Este invierno puede estar todo el mundo tranquilo porque nadie va a pillar ningún virus, bacteria o microorganismo cojonero....¡los vas a pillar TODOS tú!

Esto es como el Corte Inglés y sus campañas publicitarias, esta semana toca la Semana Fantástica de los Mocos!!

¿Cansada de sentirse bien, llena de salud y con fuerzas para ir al gimnasio y tener vida social? ¿Añora aquellos días en los que la manta, los kleenex, el WC y las bragas de cuello alto eran sus mejores aliados?

Entonces NO busque más y¡¡¡ PRÉÑESE!!!

Si se preña no habrá virus que se le resista ni bacteria que la ignore. Todas se pirrarán por su organismo. Sudores, temblores, náuseas, cagarrinas, fiebre... son sólo algunas de las maravillas que el embarazo le proporcionará GRATUITAMENTE. La nueva colección de virus invierno 2010-11 viene cargadita de novedades especialmente diseñadas para hacerle pasar el invierno más puta de su vida.

Y aún hay MÁS! ¿Qué le depararán las próximas semanas de embarazo? ¿No es maravilloso despertarse cada mañana con ese cosquilleo en el estómago de incertidumbre de no saber qué tripa se le va a romper hoy? ¿No es divertido salir de la cama temiendo mover cualquier parte del cuerpo sin saber si ha sido la elegida por el embarazo para darle por culo a lo largo de esta nueva semana y descubrir nuevos dolores y calambres?

No lo dude más y póngase a follar sin protección YA!
 

...

Tú que siempre habías pensado que con el embarazo ibas a alcanzar el cénit de la serenidad, la armonía con el mundo, el séptimo chacra, la paz contigo misma... pues los cojones la paz...te has convertido en un orco cabreado con síndrome pre-menstrual constante.  


Encima se te han puesto unos melones del tamaño del lago Michigan que has bautizado como Hiroshima y Nagasaki y que has tenido que empezar a tratar como deidades: crema antiestrías de placenta de ballena por las mañanas; y aceite de almendras y rosa de mosqueta por las noches (la única placenta que permites que se meta en tu cama es la tuya).

Y por si fuera poco, te has vuelto una especialista en el montaje de súbitos  "pollos espontáneos": sin venir a cuento y por la puta cara, le montas unos pollos a tu marido que a este paso estar casado contigo le va desgravar.


Lo que pasa es que tu cuerpo no estaba preparado para este allanamiento de morada. Aquí hay overbooking, tantos no se puede: bebé, viruses, gérmenes....alguien sobra. Y tú desde luego no eres porque a este cuerpo llegaste antes que nadie!

jueves, 3 de febrero de 2011

Pipi? Oui, c'est moi.

¡Estás OFICIALMENTE en estado!

Pero en estado ¿¿de qué?? ¿De shock? ¿De excepción? ¿De alerta máxima?...Un poco de todos.

Quedas con tu marido y te escapas del despacho a última hora de la mañana a la consulta de tu ginecólogo en busca de la prueba empírica de tu nuevo estado. “Tiene 7 semanas y mide 7 mm” te dice el ginecólogo, a lo que tu marido añade “y 5 son de rabo porque ya le veo los huevos”. Por suerte el ginecólogo está más pendiente de la pantalla que de las sandeces de un padre primerizo rebautizado como Sperminator.

Muy amablemente se ofrece a responder todas las dudas que tenéis sobre el embarazo y cuando sacas tu dosier impreso a dos caras y encuadernado en canutillo se arrepiente.

Te encuentras frente a una nueva etapa de tu vida en la que tus hábitos y costumbres se van a ver ligeramente modificados por un tiempo de 1 año aproximadamente, a saber:

- Tienes que tomar una serie de vitaminas y cápsulas diarias para prevenir malformaciones (lo soportarás)
- No puedes comer ibéricos, ni carne o pescado poco hechos o crudos (quien inventó los embarazos fue un tío despechado, mal follado y vegetariano)
- No deberías ir en moto: por los saltitos y el riesgo de caerse. Te sugiere el transporte público (¿¿¿el trans-qué???...!)
- Desde luego no debes fumar ni beber alcohol (…)
- Tienes que continuar haciendo ejercicio hasta que entres en Cachalote mode.

Y un montón de prohibiciones, restricciones y limitaciones más que van a hacer de tu vida un aburrimiento mejor para que tu bebé se desarrolle en perfecto estado.

Aún en la consulta, el ginecólogo os pregunta: “¿Queréis escucharlo?” “Ah! ¿¡¿¡Pero ya habla?!?!” El cernícalo de tu marido es espontáneo y animal a partes iguales. El ginecólogo armado de paciencia responde que podéis oír los latidos de su corazón: ¡¡BUM-BUM BUM-BUM…!! Se oyen altos, claros y muy fuertes. ¡¡Increíble!!….es lo más bonito que habéis escuchado en toda vuestra vida. Fosilizáis escuchando con la boca abierta…tú con la mano del ginecólogo entres las piernas y tu marido con cara de tele-tubbie mirando la pantalla: ¡evocadora estampa familiar!

El médico te indica que aproveches que estás en la clínica para hacerte un análisis de sangre y otro de orina. Se te acerca una enfermera y te da un bote. El clásico bote homologado en España para mear dentro: cilíndrico, translúcido y con tapa roja. El que diga que el suyo tenía la tapa azul, miente.

Te indica donde está el baño y allí que vas. Entras, abres el bote, lo colocas en posición de recogida y esperas….al cabo de un rato lo único que tienes ganas de expulsar no cabe precisamente en ese bote… así que ya que estás allí te aplicas (¿¿porqué siempre te entran ganas en WC’s ajenos??...) Cumplido tu escatológico capricho te concentras en lo que verdaderamente importa: la recogida de la muestra. A duras penas lo consigues (esto se avisa y se bebe hombre..!). Cuando sales y le vas a dar el bote a la enfermera te dice que lo guardes tú y se lo des al enfermero que te sacará sangre. Así que te sientas en la sala de espera sujetando el bote como si fuera radioactivo. Cuando te llaman y vas a levantarte te das cuenta de que el interior de tu casco está húmedo… y tu bolso mojado…y tus manos… y….no puede ser…en efecto….no has cerrado bien el bote y se ha salido parte del (calentorro) contenido. Cojonudo.

Te has ido del despacho en moto, centrifugada y esponjosa como una barbie y vas a volver en metro, pegajosa y apestosa cual barbarie.

Los caminos de la maternidad son inescrutables…!