martes, 22 de octubre de 2013

Período de adaptación.

..zzzZZzz… mmmmm… noto una presencia…. zzZZZz… ya se acerca por el pasillo… zzzZZzz….

…zzzZZZ…zz…déjame… zzz...tengo sueño…zzzZZZ…zz…..Que me dejes quiero dormir más… joer… con lo bien que se está aquí… vaaaaale…. puta la gracia tener que levantarme….que síiiiii, que ya vooooy…
 
 “Leche con cacao, galletas de tres tipos, magdalenas…. yo sé de uno que un día reventará antes de salir de casa, ahí lo dejo.
 
Santa pereza, otra vez al colegio… ¿aún no es viernes??

Buah, cada día los 7 minutos hasta el matadero colegio se me hacen más eternos y cuesta arriba. Anda mira, la vecina cara-caballo SIN piños, tocapelotas y cotilla, que sí cansina, que algún día seremos 37 miembros en esta familia y tú que lo verás, so puta… no la odio pero ojalá cuando le diga “sólo las puntitas” al peluquero la deje como Dora la Exploradora.”

Ahí está, la puerta de la escuela. Ale para adentro… saludo por aquí, sonrisa forzada por allá
 
Voy a agarrarme con más fuerza a tu mano que hoy ni de coña te me escapas.”

Ahí está la clase, y los compis, y sus mocos… que guay todo. Ahora querrá soltarme claro, y querrá dejarme aquí con el corazón partío y en plena digievolución a masa amorfa descompuesta. Poca sensibilidad, de verdad… 
 
¿Es que no ves mi pena? ¿No sientes mi dolor? ¿Mi abrazo en modo pitón a tu cuerpo no te dice nada? ¡¡No quiero que te vayas, te necesito conmigo rait nau forevaneva!!” 

No… no te vayas… no me dejes… por favor… ven… vuelve… noooooooooooooooooooo….




 
Y así cada mañana.

 


A este paso en Navidades ya lo habrás superado. Campeona.