viernes, 9 de junio de 2023

Leo y sus cositas.

¿Qué cómo está Leo? Él fantástico. Los que estamos vivos por los pelos somos el resto. Estamos atravesando una fase muy experimental y suicida temeraria. 

Le ha dado por poner a prueba los límites de la física. 

 

El otro día al llegar a casa encontré la escena de un crimen. Había untado a Chase (un peluche de la Patrulla Cansina Canina) de ketchup y le había metido una pata dentro de la tostadora. Y la tostadora en marcha por supuesto, de qué sirve experimentar si algo o alguien no sale herido. Le delató el pestuzo a ketchup y tela quemada y el ruido de su esterotipia de celebración (el aleteo se oía desde Peripgnan).


Cuando no está metiendo cosas en la tostadora, y por cosas me refiero a cosas: peluches, papeles, pañuelos, colores... mete lo que sea que pille, una manzana, un yogur o un bocadillo dentro del microondas. Podemos darnos con un canto en los dientes porque aún no ha metido nada metálico. Le hemos puesto una orden de alejamiento del microondas sin mencionar lo que pasa cuando metes algo metálico porque los ojos le harían chiribitas y tardaría nada y menos en ponerlo a prueba. 


Y nuestra pobre alma en desgracia, harto de no poder acercarse a la tostadora ni el microondas le ha dado por provocarse desprendimiento de retina enchufándose directamente a los ojos una linterna led. A su retina o al del que tenga más cerca. Que no haya un minuto de paz en esta casa. 


También le hemos puesto una orden de alejamiento de todo chacharro que funcione a pilas. 


Y como la electrónica y la física han quedado fuera de su alcance, ahora le ha dado por el campo de la química. Ya sea en la cocina o en el baño. En la cocina le hemos pillado dos veces llenando de agua una de las jarras y echándole aceite, vinagre, sal, edulcorante, pan rallado y todo lo que pilla a mano por la cocina. Y en el baño pone el tapón en el lavamanos, lo llena de agua y le echa todo lo que pilla por los armarios, pasta de dientes, polvos talco, jabón, colonia... 


Y cuando le llamo por su nombre completo con un buen berridomadre: ¡Leo Apellido Apellido! Oigo desde el otro lado de la puerta: ¡Mamá no se enfada! Y no es una pregunta, es una afirmación. La candidez autista tiene estas cosas, que no sabe mentir y cuando le llamo y está haciendo alguna maldad se delata diciendo: ¡Mamá no se enfada! Porque es lo que él quiere que pase a continuación y ahí sé que eso es lo que va a pasar cuando vea el desaguisado.  


Y me pongo a contar hasta 10 y a respirar profundo para no matarlo y para no reírme porque me hace mucha gracia el tono y su vocecita y me cuesta mantenerme firme en mi propósito de regañarle. Las risas de sus hermanos de fondo no ayudan a que mute en Sargento Bazoka.  


Así que en general bien. No podemos usar el microondas ni la tostadora cerca de Leo porque todos peligramos, pero bien. Buen fin de semana :)

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