Este fin de semana te han invitado a una orgía de 189 quesos y 50 paladares adultos. Si eso no provoca orgasmos que venga Rocco y lo vea.
Mesa central preparada para el ataque.
Hace unas
semanas te invitaron a formar parte de un jurado en un concurso de quesos en la
Seu d’Urgell en la Fira de Sant Ermengol, y por supuesto fue
procesar la palabra queso y aceptar sin comprobar si por agenda y logística te
iba bien. Si iba a haber una orgía de quesos tú tenías que estar sí o sí, así
que metiste tu culo y tu campo de nabos en el coche y para el Pirineo.
A cinco minutos
de llegar a La Seu uno de los gemelos vomitó el desayuno encima de jomío y
tuvisteis un pequeño momento de caos entre los gritos de asco de jomío, el
malestar del vomitador y el despertar de golpe del otro que iba plácidamente
dormido y no le hizo ni puta gracia encontrarse en mitad de ese festival
de arcadas y peste. Llegar llegasteis. Pero en lugar de llegar con tus
tres vástagos concienzudamente conjuntados llegaste con dos hobbits con resaca
y un elfo indignado, menos mal que siempre llevas mudas para todos.
Una vez allí
despachaste a tu Comunidad del Anillo particular con su padre al pabellón
infantil y te dispusiste a asumir tu rol de respetable miembro del jurado.
El jurado
estaba compuesto por 50 personas, bueno 49 personas y tú, una fagocitadora
compulsiva de queso.
Había 10 mesas
con 5 miembros del jurado en cada mesa. Cuando te sentaste en tu mesa te
percataste de la gravedad del asunto. Todos tenían más de 50 años menos tú.
Todos eran expertos en quesos menos tú. Y todos habían sido jurado en ese
concurso anteriormente menos tú.
Antes de
comenzar la orgía liturgia hicisteis las presentaciones
pertinentes:
“Hola, me llamo
Fulanito, estoy jubilado pero he trabajado durante 45 años en una conocida casa
como máximo responsable de una conocida marca** de quesos blablabla”.
“Buenas, yo soy
Menganito de tal, y soy socio fundador de otra marca** conocida de quesos que
blablabla”.
**No vas a
hacer publicidad salvo que la marca en cuestión te envíe una nevera llena de
quesos a casa, sin marcar y envasados al vacío. Aceptas desde Tranchetes hasta
Cabrales. En ese caso haces publicidad y el pino puente en bolas.
Y así hasta que
te tocó: “¿Y tú? ¿Qué relación tienes con el queso?”
Y tú: “¿Yo?
Absolutamente pornográfica, yo he venido a gozarlo”.
A los cuatro
dinosaurios con gafas de tu mesa se les saltaron hasta los empastes.
En la mesa
había platos, cubiertos, copas, vino tinto, agua, pan y manzanas. No entendiste
el porqué de las manzanas al principio pero cuando ibas por tu decimoquinto
queso te las comías a pares.
La verdad es
que fue una experiencia muy interesante de la que aprendiste muchas cosas,
entre ellas:
- Que el wasabi de los quesos es un queso que en
catalán se llama “tupí” y que era como una tapa de jengibre, wasabi y
amoníaco. Se te abrió hasta el culo al ponértelo en la boca.
- Que no hay que engullir la muestra de queso como
si no hubiera un mañana porque después es un follón a la hora de recordar
qué queso era cada uno. Todos los platos de tu mesa quedaron llenos de
queso salvo el tuyo que acabó vacío, y no quedó brillante porque te
cortaste a la hora de chuparlo. En una cata de vinos hubieras sido la que
no utiliza la escupidera, se bebe todo el vino y acaba borracha.
- Que las manzanas resetean el paladar. Curioso.
- Que no tienes un paladar muy exquisito porque te
gustaron todos. Cada queso era mejor que el anterior y lo pasaste fatal
cuando te instaron a decidirte por un top 3. Peor que si te hubieran
preguntado a qué hijo quieres más.
- Que tu marido se las apaña con los niños mejor de lo que creías porque pensabas que en algún momento tendrías que salir a socorrerle y para nada. Aparecieron al cabo de tres horas sonriendo y tan pichis, llenos de globos y de mierda hasta las orejas de montar en ponys, que no sabes si los montaron o los lamieron.
Disfrutaste
como una enana, te pusiste de queso hasta decir basta, conociste a un montón de
gente interesante, olía a pies que tumbaba e hiciste ventosa en la silla, lo que viene siendo una orgía
en toda regla, vamos.
Siempre te lo digo ALba pero es verdad. Tengo un día de mierder, y ayer lo sospeché así que en mi bandeja de entrada te puse con una estrella con la certeza de saber que hoy me sacaría fijo una carcajada.
ResponderEliminarSólo te dire que como hija de restauradores he ido a muchas catas, en la última que era de vinos y ya me pillo en la edad adulta salí con tal taja que mi padre no me habló en una semana y me dijo que escupir no es de mala educación y que controlará más mi sinceridad verbal jajaja
Por aquí otra fan de los quesos que se está muriendo de envidia al leerte. Lo de las manzanas ya me lo sabía pero ahí termina todo mi conocimiento. Yo tampoco sé decir cosas sesudas sobre el queso, solo sé que me gustan todos!! Jajajaja. Besotes.
ResponderEliminarJajajajajaja, me encanta tu declaración de intenciones!! Los colegas de mesa debían fliparlo contigo! XD
ResponderEliminarMe apunto el truco manzanil, que cada vez que Mr. X se va a subir montañas a la France mi nevera queda en cuarentena de tufo que expele por el contenido caseoso y aquello hay que ventilarlo rápido.
Muas!
Mencatas!!! Así to junto y bien alto!!! Tu como yo... Si fueras ratón, todo el día pincha en la costilla. Envidia sana que me das. Yo tampoco hubiera podido elegir. Me gusta todo lo que se llame queso. Me apunto lo de las manzanas 😊
ResponderEliminarjajajaja yo tambien soy pornografica con este tema... que rico! buena jornada!
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