lunes, 16 de octubre de 2017

Orgía de quesos.

Este fin de semana te han invitado a una orgía de 189 quesos y 50 paladares adultos. Si eso no provoca orgasmos que venga Rocco y lo vea.

Mesa central preparada para el ataque.

Hace unas semanas te invitaron a formar parte de un jurado en un concurso de quesos en la Seu d’Urgell en la Fira de Sant Ermengol, y por supuesto fue procesar la palabra queso y aceptar sin comprobar si por agenda y logística te iba bien. Si iba a haber una orgía de quesos tú tenías que estar sí o sí, así que metiste tu culo y tu campo de nabos en el coche y para el Pirineo.

A cinco minutos de llegar a La Seu uno de los gemelos vomitó el desayuno encima de jomío y tuvisteis un pequeño momento de caos entre los gritos de asco de jomío, el malestar del vomitador y el despertar de golpe del otro que iba plácidamente dormido y no le hizo ni puta gracia encontrarse en mitad de ese festival de  arcadas y peste. Llegar llegasteis. Pero en lugar de llegar con tus tres vástagos concienzudamente conjuntados llegaste con dos hobbits con resaca y un elfo indignado, menos mal que siempre llevas mudas para todos.

Una vez allí despachaste a tu Comunidad del Anillo particular con su padre al pabellón infantil y te dispusiste a asumir tu rol de respetable miembro del jurado.

El jurado estaba compuesto por 50 personas, bueno 49 personas y tú, una fagocitadora compulsiva de queso.

Había 10 mesas con 5 miembros del jurado en cada mesa. Cuando te sentaste en tu mesa te percataste de la gravedad del asunto. Todos tenían más de 50 años menos tú. Todos eran expertos en quesos menos tú. Y todos habían sido jurado en ese concurso anteriormente menos tú.

Antes de comenzar la orgía liturgia hicisteis las presentaciones pertinentes:

“Hola, me llamo Fulanito, estoy jubilado pero he trabajado durante 45 años en una conocida casa como máximo responsable de una conocida marca** de quesos blablabla”.

“Buenas, yo soy Menganito de tal, y soy socio fundador de otra marca** conocida de quesos que blablabla”.

**No vas a hacer publicidad salvo que la marca en cuestión te envíe una nevera llena de quesos a casa, sin marcar y envasados al vacío. Aceptas desde Tranchetes hasta Cabrales. En ese caso haces publicidad y el pino puente en bolas.

Y así hasta que te tocó: “¿Y tú? ¿Qué relación tienes con el queso?”
Y tú: “¿Yo? Absolutamente pornográfica, yo he venido a gozarlo”.

A los cuatro dinosaurios con gafas de tu mesa se les saltaron hasta los empastes.

En la mesa había platos, cubiertos, copas, vino tinto, agua, pan y manzanas. No entendiste el porqué de las manzanas al principio pero cuando ibas por tu decimoquinto queso te las comías a pares.

La verdad es que fue una experiencia muy interesante de la que aprendiste muchas cosas, entre ellas:
  • Que el wasabi de los quesos es un queso que en catalán se llama “tupí” y que era como una tapa de jengibre, wasabi y amoníaco. Se te abrió hasta el culo al ponértelo en la boca.
  • Que no hay que engullir la muestra de queso como si no hubiera un mañana porque después es un follón a la hora de recordar qué queso era cada uno. Todos los platos de tu mesa quedaron llenos de queso salvo el tuyo que acabó vacío, y no quedó brillante porque te cortaste a la hora de chuparlo. En una cata de vinos hubieras sido la que no utiliza la escupidera, se bebe todo el vino y acaba borracha.
  • Que las manzanas resetean el paladar. Curioso.
  • Que no tienes un paladar muy exquisito porque te gustaron todos. Cada queso era mejor que el anterior y lo pasaste fatal cuando te instaron a decidirte por un top 3. Peor que si te hubieran preguntado a qué hijo quieres más.
  • Que tu marido se las apaña con los niños mejor de lo que creías porque pensabas que en algún momento tendrías que salir a socorrerle y para nada. Aparecieron al cabo de tres horas sonriendo y tan pichis, llenos de globos y de mierda hasta las orejas de montar en ponys, que no sabes si los montaron o los lamieron.
Disfrutaste como una enana, te pusiste de queso hasta decir basta, conociste a un montón de gente interesante, olía a pies que tumbaba e hiciste ventosa en la silla, lo que viene siendo una orgía en toda regla, vamos.

5 comentarios:

  1. Siempre te lo digo ALba pero es verdad. Tengo un día de mierder, y ayer lo sospeché así que en mi bandeja de entrada te puse con una estrella con la certeza de saber que hoy me sacaría fijo una carcajada.

    Sólo te dire que como hija de restauradores he ido a muchas catas, en la última que era de vinos y ya me pillo en la edad adulta salí con tal taja que mi padre no me habló en una semana y me dijo que escupir no es de mala educación y que controlará más mi sinceridad verbal jajaja

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  2. Por aquí otra fan de los quesos que se está muriendo de envidia al leerte. Lo de las manzanas ya me lo sabía pero ahí termina todo mi conocimiento. Yo tampoco sé decir cosas sesudas sobre el queso, solo sé que me gustan todos!! Jajajaja. Besotes.

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  3. Jajajajajaja, me encanta tu declaración de intenciones!! Los colegas de mesa debían fliparlo contigo! XD
    Me apunto el truco manzanil, que cada vez que Mr. X se va a subir montañas a la France mi nevera queda en cuarentena de tufo que expele por el contenido caseoso y aquello hay que ventilarlo rápido.
    Muas!

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  4. Mencatas!!! Así to junto y bien alto!!! Tu como yo... Si fueras ratón, todo el día pincha en la costilla. Envidia sana que me das. Yo tampoco hubiera podido elegir. Me gusta todo lo que se llame queso. Me apunto lo de las manzanas 😊

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  5. jajajaja yo tambien soy pornografica con este tema... que rico! buena jornada!

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