Las Navidades con hijos
toman otro sentido. Antes las Navidades eran sinónimo de vacaciones,
nieve y resacas. Ahora son sinónimo de intensidad, en su más amplio
espectro.
Todo es intenso en
Navidades. La emoción de jomío, los cabreos del gemelo NT, la tranquilidad del
gemelo con autismo, las resacas de gintonics, el extracto de la VISA… Todo intenso. Si de ti dependiera las Navidades pasarían desapercibidas porque eres una rancia. Una rancia de cojones para ser exactos.
Como no te gusta cocinar, te
lo montas de tal manera que NINGÚN día tengáis que comer en vuestra casa. Eso
quiere decir que en tu casa no entra ni una pata de gorrino, ni una tableta de
turrón ni nada fuera de lo habitual que signifique fiesta y despiporre.
Y como no vais a vuestra casa más
que a dormir, no te molestas ni en decorarla. Lo más parecido a decorar que habéis hecho ha sido transportar al salón el árbol de navidad como si fuera un cadáver
desde el cuarto de Jomío, donde llevaba ejerciendo de luz quitamiedos desde octubre. Y ni belén ni ostias.
No cocinas, no decoras y no
celebráis en vuestra casa ninguna súbita aparición por generación espontánea de
regalos. Ni Tió, ni Papá Noel, ni Reyes. Nada. Todo en casa de los abuelos. Así
ellos disfrutan y tú lo gozas sin preocuparte por nada más que por comprar los
regalos de las fieras. Que encima con San Amazon se reduce a hacer unos cuantos clics y los regalos llegan envueltos y listos
directamente a las casas de los abuelos. Magia potagia.
Lo dicho, nadie te gana a
rancia. Y eso que es una época que te encanta, porque eres rancia, no
gilipollas.
Te encantan las lucecitas,
la música, el frío, el ambiente y sobre todo te encanta el follón familiar. Te encanta que os juntéis todos en casa de los abuelos, que haya muchos niños colgados de las lámparas por el exceso de azúcar, te encanta ir de compras furtivas de última hora de regalos y pasar fin de año en casa sin canguro, en pijama y con pintas de venir de vender droga brindando con "agua-pica". Bueno, mentira, sueñas con volver a pasar un fin de año maquillada como una puerta y borracha como las grecas. Por cierto ya tenéis canguro confirmada para el lunes 31 de diciembre de 2018. ¡Yuhuuuuu!.
Pero sobre todo te encanta la intensidad del día de Reyes. Con niños todo se torna intenso, hasta el niño en sí. Si no que se lo pregunten a Lady O que a la llegada de los Reyes a Iaioland envió a tomar viento su flema británica y los 16 kilos de sobrina que tienes y que
estaban reposadamente sentados en el cuello de su madre, tu hermana, entraron
en convulsión en cuanto hizo contacto visual con Melchor. Se abalanzó hacia adelante casi cayéndose al suelo y empezó a gritar:
“REYYYYYY,
REYYYYY… ¡¡QUIERO UNAS BRAGUITAS!! ¡¡QUIERO UNAS BRAGUITAAAAAAAAAS!!"
Tu británica sobrina estaba dispuesta a descalabrarse embarcadero
abajo por unas braguitas. ¿¿¿Se puede pedir a los Reyes Magos un regalo más auténtico??? Don't think so... <3
Otros sin embargo, lejos de gritar se quedaron dormidos (intensamente) encima de su padre.
jajajaja grandísimo todo!!!!!
ResponderEliminarPues yo soy de las que vivo sola y al menos decoro la puerta al estilo "solo en casa" para que parezca que celebro algo y no me roben.... jajaja Y la decoro también con intensidad. Por si acaso tienen la más mínima tentación.
Lo de tu sobrina es buenísimo... jajaja El próximo año que pida el pijama!!
Como siempre es un placer leerte de buena mañana y má un mierdermiercoles de los mios. A mi las navidades ni fu ni fa, en realidad he sido una fanática de ellas pero muchas circunstancias hicieron que con el tiempo la llegarám incluso a odiar. Hago un esfuerzo enorme por los niños y como normalmente toca ir a casa de los padres pues como dices tu lo digiero mejor.
ResponderEliminarYo para el 2018 más que canguro quiero pasarlo con amigos y en una isla perdida de un hotel con todo incluido.
Beso rubia y pedir braguitas es de guapas ;-)
Jajajaja. Y lo que te mola a ti el intensismo... Yo tampoco decoro ni nada pero porque soy el Grinch, básicamente. Besotes!!!
ResponderEliminarJajajajajajaja! Me parto con Lady O!! Me hubiese encantado ver la cara de Melchor. XD
ResponderEliminarMuas!
No eres una rancia...eres una jeta que le gusta la navidad, sí, pero en casa de los abuelos para que así los niños destrocen la casa de ellos y hagan allí todas las tropelías que se le pueden ocurrir a varios niños juntos
ResponderEliminarQuina alegria retrobar-te! No sé per què feia mesos q no m'arribaven els teus posts al mail. Pensava que havies deixat d'escriure, agobiada amb els infants i tal... Què equivocada estava! He llegit els posts antics des que t'havia perdut la pista i segueixes igual de genial, divertida i sincera (ànims amb en Leo, ho fareu genial), un bri d'aire fresc a les nostres vides immerses en la criança. No canviis, guapa, continuaré seguint-te!! Gràcies!
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