jueves, 25 de mayo de 2017

Trabajadora ha vuelto.

Hace unos meses decidiste dejar tu trabajo en Barcelona para trasladarte a vivir a Iaioland con tu familia y ganar en calidad de vida: más tiempo con tu familia, más tiempo para poder dedicarte a tus retoños, para hacer la compra, para hacer de taxista, para cuidarte, para pasear, para hacer la fotosíntesis y para a comerte los mocos en casa con alevosía y premeditación.

Nueve meses has aguantado así. Y ya es más de lo que pensabas. Porque conociéndote y con lo culo inquieto que eres, lo de quedarte in da haus haciendo de mami full time te iba a durar dos telediarios.

Nueve meses has tardado en huir del nido familiar en busca de un ecosistema que te ayudara a mantener activo el cerebro en algo más que en “¿qué cenamos esta noche?” o “¿por qué cada táper que jomío se lleva al colegio nunca jamás vuelve a casa?”. 
Lo que te debe convertir en una firme candidata al Oscar a la peor madafaca del planeta. Porque a ver ¿qué clase de madre eres si prefieres estar peleándote con exceles y personas adultas no-familiares-ni-amigos-pero-que-ves-más-horas-al-día-que-a-tu-marido que estar en casa haciendo cupcakes y esperando la llegada de tus príncipes??. Pues una normal, ni buena ni mala. Normal. Y del montón. Y un poco boca-chancla.

Y si encima has tenido la suerte de caer en una empresa como en la que has caído que es cojonuda no, lo siguiente, y tus compañeros de batalla son mejores aún, pues más claro blanco y en botella: madre normal, del montón, un poco boca-chancla y haciendo ventosa en la silla a dos tiempos e intervalos de cinco minutos. 

Porque hay empresas, buenas empresas, empresas cojonudas y después está tu empresa. Que la mires por donde la mires todo lo encuentras maravilloso, hasta la fuente de agua te parece ideal. Claro que pasar de hacer de seta en casa a hacer algo útil fuera de casa, aunque hubiera sido haciendo agujeros en la playa y después tapándolos pues también te hubiera parecido cojonudo.
Pero no, es que de verdad estás en una empresa muy buena. Con gente muy válida, compañeros muy majos, proyectos muy motivadores, facilidades a la hora de llevar a cabo tus tareas y buen ambiente, muy buen ambiente en la oficina. ¡Ah! Y unas vistas cojonudas al mar, una terraza de la ostia y un ambiente internacional que lo mola todo.

Claro que no todo el monte es orégano. También tiene sus inconvenientes. Uno para ser exactos: chicos y chicas compartís baño.

HORROR.

Porque lo peor que te puede pasar no es que te pille el de contabilidad limpiándote los dientes y sacando espuma blanca por la boca, o un tekki del departamento IT sonándote los mocos en trompeta bemol, no.

Tampoco es lo peor que te puede ocurrir que a partir de las 3 de la tarde el baño se convierta en Vietnam de tanto culo arrejuntao cagando en la misma franja horaria y el mismo espacio-tiempo, ni que tengas que tirar de la cadena mientras meas para que tus compis ideales no oigan tu chorro de vaca. 

Lo peor de todo que te puede pasar y que te va a pasar cada puto día fijo, es ese pedo traidor que se escapa cuando tratas de finalizar a toda prisa tu chorro de vaca haciendo fuerza con tu maravilloso suelo pélvico de mamá. Ole ahí. Ese pedo sonoro, con vibración de nalgas y denominación de origen propia puede arruinar tu carrera profesional en un segundo o como poco, tu reputación profesional que es igual o más importante. Porque en un momentito de nada puedes pasar de ser la nueva de HR a la bomba de metano que hace entrevistas. Y a ver con qué cara sales tú de tu cubículo receptor de maldades (aka cagadero) tras un pedo traidor y encaras una conversación con el dandy del departamento comercial mirándole a la cara: NO-HAY-HUE-VOS.

Por suerte en tu departamento compartes espacio con tres personas que se unen a las risas del festival escatológico cuando haces estas reflexiones en voz alta. Porque tenerte a ti como compañera de trabajo y tener que compartir ocho horas diarias contigo es del todo menos previsible y apto para cardíacos. 

¡Deseadme suerte! ;-)



19 comentarios:

  1. Muchísima suerte y enhorabuena.Comparto lo de la necesidad de trabajar aun siendo agotador.Besos

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    1. Correcto. La identidad profesional hay que cuidarla, como la intelectual, la personal... Bueno es lo que yo pienso, trabajar también me satisface :-)

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  2. En la teva línia:brutal! Jajajajja

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  3. Jajajajaja me encanta. Suerte en el nuevo trabajo!!

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  4. Jajajajaja!!! Me parto de la risa contigo!!! Enhorabuena por el nuevo trabajo y te deseo mucha suerte.

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  5. Mucha suerte!! Yo tampoco duré demasiado sin trabajar... me subía por las paredes.

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    1. jajaja me has visto ¿eh? XD ir de culo es malo, pero no hacer NADA para mi es peor ><

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  6. Jajaja suerte rubiaaa!!! Suena genial 😊😊😊 Besotes desde Teutonland

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  7. Jajajajajajajajajajaja! Me pido una compi de curro, como tú. XD
    Que lo disfrutes!
    Muas!

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  8. jajajaja que vaya fenomenal el trabajo!!!!

    No era un trabajo... pero en mi residencia de estudiantes los baños eran compartidos... Y al final la confianza daba asco... demasiado... ajja Que no pase lo mismo

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    1. Te cuento en unos meses cuando la confianza empiece a dar asco... XD

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  9. En el baño es donde una se puede tirar pedos ¿no? el problema sería si te los tiraras en la oficina delante de tus compañeros

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    1. Correcto. PEro y si te sale un pedo mochilero¿? De los que te lo tiras en el wc y el cabrón te compaña 20 minutos por toda la oficina....ayy.....mjor no arriesgar.

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