Bien.
Te recibió un hobbit de medio metro y orejas peludas que
cuando decía Gutten morgen fräulein te escupía en todo lo que viene siendo la
superficie facial. Un primor.
Un año y 233 escupitajos después, desististe de perseguir tu sueño ario de
verte convertida en una muñeca alemana con Dirndl y asumiste definitivamente tus ibéricas
raíces patrias. Siempre te quedaba el consuelo de poder recitar a la Generación del 27 sin escupir a los presentes.
Así que el día que descubriste el blog de Una mamá española en Alemania hiciste
ventosa en la silla:
- Se había casado con un mozo ario, como tú soñabas cuando leías la Super Pop.
- Hablaba alemán, como te hubiera gustado a tí.
- Y no sabía preparar puré de verduras sin llamar 7 veces a su madre.
Ergo, era tu alter ego germano convertido en realidad.
Los cojones.
Es muchísimo mejor.
Su maromen no tiene aspecto ario, más bien se parece al del medio de los chichos (alemana dixit) y no
escupen cuando hablan en alemán. Incluso parece que hablen en élfico de
lo melodioso que suena en ellos dicho idioma. Lo que añadido a la inexistencia
de mierdapueblo en Google Maps, hace que tome cada día más fuerza tu teoría de
que en realidad viven en Móstoles y que él es de Palos de la Frontera.
La prueba
Con ella, tu ferviente germana frustrada se ve proyectada y puede descansar en paz forevaneva.
Su blog mola con furor. Su libro es desternillante y un MUST de cualquier estantería que se precie. Además pega muy bien al lado del morado del libro de Blog de Madre. Orgullo de maris :-)
Si no es por Jomío es por las amigas, la cuestión es ir
cagando arco iris por la vida.