miércoles, 24 de diciembre de 2014
jueves, 27 de noviembre de 2014
La que se avecina...
Pero de verdad, o eso dicen.
Y es que a día de hoy, a apenas 3 semanas para la
Epifanía Gemelar sientes en tus entrañas (a parte de patadas voladoras) que esto no va contigo. Tu casa es un ir y
venir de gente, gadgets repetidos y montañas de ropa tamaño pigmeo, y aún y así
sigues sientiendo como que no va contigo, lo sientes totalmente ajeno a ti.
Tienes una barriga que bien debería bastar para
recordarte que aquí pasa algo que te afecta en primera persona, que tener cuatro
bultos alienígenos en cuatro puntos equidistantes del ombligo muy normal no es.
Pues nada oye, que no va contigo.
Y te da miedito la
doble ostia a mano abierta que te va a dar la realidad cuando tengas que limpiar cataplasmas de mierda a dos manos y te estén mirando dos
pimpollos con cara de “Are you talking to me?”.
Con el primer embarazo, TODO era nuevo, excitante y
emocionante. Cuando supisteis que venía una segunda terna de descendencia, os
autonombrastéis Padres Seniors. Además tu marido ya sabía
distinguir el dalsy del apiretal él solito, ergo ¿qué podía sorprenderos? ¡Esto iba a estar chupao!.
LOS COJONES.
Gemelos. Tocotó.
Y ya desde la semana 8 de embarazo
empezaron los miedos de un embarazo diferente, con más controles, más
riesgos y más chuminadas.
Para empezar os colgaron la medalla de “embarazo de
riesgo”, caquita.
Para seguir, os dijeron “es un monocorial biamniótico (una
placenta, dos bolsas)” que en primera instancia te sonó a
maldición gitana y te entraron ganas de gritarle: “Monocorial tu padre,
¡gilipollas!”
Y para acabar, visitas ginecológicas semanales. Nunca has
hablado con este hombre con las bragas puestas, NUNCA.
Todo ha sido enteramente distinto en relación al embarazo
de Jomío, y como muestra una comparativa:
Te quedan 3 semanas si no se adelantan los pimpollos como
cree el médico que sucederá.
Y tú, estás de todo menos preparada y consciente de la
que se avecina…
Ay…ay…AY...
Lo que sí tienes claro es que durante los próximos 20 años el padre tiene prohibidísimo abandonar el hogar conyugal por el motivo que fuera, y si conoce a alguien y se enamora perdidamente, que se la traiga a vivir a casa y os eche un cable, que tú no te quedas sola con estas tres fieras. Has dicho.
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embarazo,
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lunes, 13 de octubre de 2014
Iaioland is on fire!
¿Qué hay peor que una sore estresada?
Una sore estresada e impaciente mirando fijamente esto:
Sore:
“¿Y si no salen las rallas? ¿Y si salen perpendiculares?
¿Y si sale MÁS DE UNA?????....” Y
así.
En efecto, tu querídisima hermana del alma, tu alter ego reencarnado en metro sesenta de morena con hormigas en el culo y tú, habéis decidido aumentar los niveles de natalidad en España y ya puestas, de tensión arterial en los iaios.
Que está preñadísima, vamos. De una niña.
Y
es que en vuestra casa las cosas no se pueden hacer normal, se tienen que
hacer a lo bestia, si no…¿pa qué?
¿Un bebé? Que coño, ¡tres y de golpe! Ahí, a lo loco.
Y por supuesto el
iaio en modo cocinero industrial: 47 litros de caldo congelado, 356 croquetas…
y un sinfín de pequeñas exageraciones típicas en tu familia no vaya a ser que
venga una hecatombre apocalíptica, os vaya a pillar sin reservas y la criaturada pase hambre.
Es un continuo ir y venir de ecos, comentarios,
corazoncitos, aplausos y morros rojo putón a modo de besos. Tu brit cuñado duró
unos minutos, dos para ser exactos. Sin ningún tipo de reparo y/o pudor abandonó el grupo enseguida, su flema no está preparada para tanta emoción a flor de
piel. Muy fan.
- Tendrá nombre de actriz de los años 50 gracias a la combinación de nombre español y apellido británico, de lo más lo siguiente.
- Será trilingüe castellano-catalán-inglés. Con ese toque guays y misterioso que tienen todos los multi-lingües.
- Odiará las coles de bruselas y venerará las torrijas. Su padre dixit. Que porque tiene una flema que no puede con ella porque sinó pensarías que es de Cuenca
- Y por supuesto, será un pivón pivonae y sus primos gemelos le harán de guardaespaldas y velarán por ella.
Encima,
tu hermana embarazada es lo mássss. Es la preñatriz más cool, digna y guapísima
que has conocido en tu vida, y no es amor de sister, es una realidad sustendada
en hechos objetivos y medibles, a saber:
Tu
querida sorela, la misma que hasta la fecha tenía el instinto maternal de una mesa, está teniendo el mejor de los embarazos jamás vistos.
Y tú que
te alegras porque una sore puteada con un mal embarazo no se la deseas a nadie
;-)
Además
te ha nombrado su Gurú Honoris Causa
en lo que a temas preñiles se refiere y es habitual la recepción de mensajes que
rezan tal que así:
“Sore, ¿puedo tomar café?”
“Sore, ¿puedo
usar quitaesmalte?
“Sore, ¿tienes
pepinillos en vinagre?
Y
tu preferida, que no pudiste evitar inmortalizarla:
...
Tranqui sobri, que tita Rubia velará always por tu bienestar ;o)
¡¡Enhorabuena
hermanita, 2015 va a ser de antología en Iaioland!!
viernes, 19 de septiembre de 2014
Sexo en el embarazo.
Tu animal mitológico preferido es el (buen) sexo durante el embarazo.
Tal cual.
El ámbito que más se ve afectado con la maternidad es el
sexual, más incluso que la falta de sueño.
Porque para encontrar un
momento para descansar la ecuación es simple: sólo necesitas encontrar el
tiempo y la víctima para encolomarle el o los bebés. Pero para echar un polvo la
ecuación se complica: necesitas encontrar el tiempo tú, el tiempo el partener
(a no ser que que quieras montar a tu falo biónico), la víctima para
encolomarle el bebé, una distracción para el hermano mayor si lo hubiera y una
triple alineación planetaria. Tocotó.
Ya los daños colaterales en el sexo empiezan durante el
embarazo, sobre todo durante ESTE embarazo de dos retoños.
En el embarazo de
Jomío más o menos lograsteis mantener una pseudodecente vida sexual que en
estos momentos ha digievolucionado a raquítica vida sexual principalmente por
dos motivos:
- No teníais en casa un mico de 4 años adorable y oportuno a partes iguales al que atender.
- No te convertiste en la mesa camilla que eres hoy, que te están saliendo lorzas en zonas donde ni si quiera sabías que existías.
Exagerada pensaréis...¡Y un mojón!
A vosotros no sé, pero a tí que la barriga te empiece
en la espalda y el culo en el cogote
pues como que no te mola, y a tu marido, aunque diga que estás guapísima (sabe
que la salud de sus pelotas depende de ello)
estás segura de que le cuesta.
Porque no tiene que ser fácil para el empotrador alfa de la
casa llegar al que ha sido durante años vuestro lecho de lujuria y pasión y
encontrarse un ballenato varado entre las sábanas y los cojines reclamando lo suyo y lo de su prima, que se lo tiene que follar, ojo. Y sin rechistar que aquí
aunque tengáis dos pimpollos polizontes, en el lecho de amor se retoza sí o sí.
Pero va a ser que no es lo mismo…
No es lo mismo que te quiten unas mini braguitas sexys
entre susurros al oído a que le pidas clemencia a tu marido para que te baje la
carpa de circo que llevas por bragas porque si lo haces tú se te corta el riego
sanguíneo al cerebro al agacharte.
Tampoco es lo mismo ir pulcramente depilada a ir intuir que vas en modo savage porque no ves nada más allá del ombligo desde hace 2 meses y en tu última visita a la
esteticién, ésta se negó a acercarse la zona cero para evitarte infecciones. Por suerte desciendes de los elfos imberbes de las costas del norte y te han confirmado que no se te
ha convertido eso en una rata peluda.
En fin, que desnudarse con este planeta con campo gravitatorio propio alrededor de tu cintura es de todo menos sexy. Pero cuando te pones lo consigues, y te quedas en bolas. En realidad toda tú eres una bola con dos patitas de pollo. Y entonces empieza el show.
“No no, así no, mejor yo encima, a ver…Uy ¿y ese color
azulón en la cara? A ver si va a ser que peso demasiado… Mejor me bajo. De
lado, ya verás que rico…mmmpppfff…..ya estoy…espera, ay levanta me has pillado
el pelo….ahora… pásame ese cojín, no ese no, el gris que es más blandito, sí
ese, trae, ahá…bajo la barriga….cojonudo nos hemos puesto del lado del gemelo
pateador y no le está haciendo puta gracia…¿te importa que nos pongamos del
otro lado? es que si no entre tus embestidas y sus patadas pues como que no me
centro… Vale, a ver ahora…el cojín espera… ahá… vale… ¿estás?...Ay.. se me
duerme el brazo de abajo…espera lo saco…jo…ahora no sé cómo ponerlo, es igual
aquí…venga va dame lo mío...gñgñgñg…
¡¡AHHHHHHHHHHH!!!...¡¡Diosssmecagüensanblassss!… Me acaba de dar la madre
de todos los calambres en el gemelo derecho, no ese gemelo el otro, el de la
pierna…quita, quita…ayyyyyy………”
…
“Vale, creo que ahora ya está. Ven aquí que por mis
cojones hoy nos corremos, aunque sea a ostias pero nos corremos. Venga ponte
que ya estoy…”
Muy romántico todo..
Os podéis imaginar el desenlace: jadeos, calambres,
orgasmos, contracciones del Bosón de Higgs y patadas de los pimpollos, un circo
de tres pistas amenizado por la llamada de la selva de Jomío desde la otra
punta de la casa.
Si cuando dices que tu marido es
hombredepacienciainfinita no es un decir, es una realidad porque tu marido
aunque estés en modo ballenato nimfómano se esmera por darte placer aún
sabiendo que se trata de un deporte de riesgo para su líbido e integridad
física y nerviosa. Ains...
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