Hace
dos meses decidisteis arrancar la operación pañal con un gemelo. Y así os va.
Limpiando mierda en sitios donde nunca imaginaste. En el móvil, las paredes o
el pelo del gemelo no emisor de la mierda de turno.
Tus
hijos a creativos no les gana nadie. Cualquier sitio es bueno para soltar el
mojón menos el váter o el orinal, no vaya a ser que se desperdicien las propiedades
aromáticas de la plasta río abajo.
Con
el pipí al menos, tenéis algunos avances. Algunos.
Ya
no necesitas estar preguntándole cada 2 minutos si tiene pipí, en el 85% de los
casos va solo al baño a hacer pis, en el otro 15% de los casos os deleita con una meadis honoris causa allá donde le pille bien. Que ese mocho no va a mantenerse mojado
él solo.
El
problema es que se conoce que sus huevazos no caben en la taza del váter y se
niega a sentarse, siempre mea de pie. Y que un mico de 3 años que no es capaz
de estarse quieto un puto minuto de pie intente atinar con un chorrito que sale
de su tótem del placer supone un desaguisado de dimensiones épicas.
Porque tus
hijos se pasan el día entero en bolas y el día entero tocándose, estirándose y
retorciéndose el pito. Así que si te tocas, estiras y retuerces el pito
mientras meas de pie dando saltitos de pulguita espídica pues bien no va. Pipí
en todas partes menos en el váter. Y si encima le vienen ganas de hacer caca en
ese momento, suelta un mojón de kilo y medio entre las piernas sin pestañear. Porque
el tema cagato no lo tenemos tan encauzado.
Si
le da el apretón allá donde esté lo suelta y después viene corriendo a buscarte
y la conversación sigue tal que así. Sin excepción:
G:
¡Mamá, mamá! ¿Qué ha pasado???
*Con
toda la cara de sorpresa que un mini ser sea capaz de poner.
M:
No lo sé, ¿qué ha pasado?
G:
¡Ven, ven, que huele muy mal!
*Me
coge de la mano y me lleva hasta la escena del crimen. Una majá de palmo me
saluda desde el suelo y el gemelo cagón se pone ambas manos en la cabeza en
modo emoticono (literal) y exclama.
M:
Pues tú dirás Massimo, una caca. ¿Quién ha hecho eso?
G:
¡Leo!
Olé
ahí sus huevazos cuadrados. Tres años y ya ha aprendido el noble arte de liarla
parda y echarle la culpa a su hermano autista que no replica.
M:
¿Seguro que ha sido Leo???
G:
Ziiiiii (habla zopaz, lo que le hace aún MÁS gracioso. Pero lo sé, hay que
corregirlo y lo haremos, pero ahora mismo tenemos otros frentes abiertos que
requieren ser atendidos).
Acto
seguido viene el ritual cagalístico homologado por la OMS para familias donde
hay culos pequeños en operación Free Cagato:
1. Acordonamiento
de la zona cero.
2. Doble
amenaza a los gemelos de que como toquen el mojón les caen dos macoques que se
despiertan en 4to de la ESO.
3. Búsqueda
desesperada de toallitas.
4. Levantamiento
de zurullo.
5. Limpieza
del ojete de Sauron responsable y su extrarradio.
6. Limpieza
de la zona cero con fregona y lejía.
7. Amenaza
a Gemelo1 para que no meta la manaza en el agua del cubo.
8. Amenaza
a Gemelo2 para que deje la fregona en paz.
Pensabas
que la operación Free Cagato sería más fácil en verano pero no contabas con que
tus hijos predicaran la religión del Pito Free Style y eso dificulta con furor la
identificación de las meadas porque las vuelve invisibles y cuesta más anticiparse a la siguiente meadis honoris causa.
Total, que con
Massimo hay algunos avances y con Leo litros de lejía, Febreeze y mucha paciencia.
Esta
operación pañal te va a hacer sudar sangre, o peor aún, mierda.