miércoles, 16 de julio de 2014

Nervios preñiles.



El tiempo pasa y vas asumiendo poco a poco la realidad.

Tú, que así en general los cambios te cuestan muchísimo, porque si algo funciona PARA QUÉ COJONES LO VAS A TOCAR. Pues toma. Dos bebés. De golpe y sin avisar.

Aún tienes crisis esporádicas de pánico donde visualizas tu futuro próximo con ojeras, tetas de cabrera mozambiqueña y dos bebés llorando en estéreo mientras el padre lucha con un Jomío despechado y celoso que clama por su trono. Ay...AY...

Pero a una tía que en un viaje de fin de semana a Suecia se mete en la maleta un bikini, a optimista no la gana nadie, así que confías en que te las arreglarás.

Eso sí, a diferencia del embarazo de Jomío donde contabas los días por ir a la consulta a hacerte otra eco y ver al susodicho dar saltitos entre tus fluidos internos, en este caso ir a la consulta te pone de los putos nervios. 48 horas antes de la cita ya empiezas a ponerte nerviosa y a pensar en todo lo que podría ir mal, que no es poco.

Así que ayer antes de la visita, te fuiste de rebajas para ver si te distraías un poco y dejabas de hacer búsquedas suicidas en Google sobre complicaciones en embarazos múltiples. Argh.

Decidiste ir a por un bikini para tus nuevas curvas de preñatriz. Omá questrés

Primero diste por culo en Twitter preguntando a tó quisqui por marcas y tiendas de bikinis y tankinis, total para hacer después lo que te saliera de los huevos y meterte en el primer Calzedonia que se te cruzara.

Entraste y te pusiste a echarle un vistazo a las hileras de bikinis colgados carraspeando intencionadamente: "ejem….EJEM…"(se escribe EJEM y se pronuncia Eh tú deja el puto móvil y atiéndeme que hoy me he levantado princesa y necesito que me peloteen).

D: "¿Qué desea?"

Tú: "Un bikini para estos pechotes."

Desconoces qué extraño mecanismo cognitivo te hace referirte a tus nuevos pechos como pechotes constantemente. Puta loca.

D: "¿Y cómo lo quieres? ¿banda o triángulo? ¿con o sin aros? ¿con o sin relleno? ¿braguitas normales o brasileñas? ¿Culotte o tanga? ¿Tiro alto o bajo? ¿Ajustable o normal?

Tú: "Mmmm…¿una parte de arriba y una de abajo?"...


Una luxación en el lóbulo frontal después por tantas opciones entre las que elegir, te decidiste por 11 modelos distintos y te dirigiste al probador. Bueno, probador por llamarle algo, has comido albóndigas más grandes que ese zulo de mala muerte donde tus pechotes, tu culamen y los 11 modelitos con sus 11 correspondientes perchas del infierno a duras penas cabíais.

Mil probaturas después empezó tu venganza desquiciante para la dependienta.

¿De este me puedes traer una talla más de sujetador y una menos de braguita? Ah! Y traéme la brasileña que con esta braga-faja parezco mi abuela.. Uhm…mejor tráeme DOS tallas más de sujetador, ahí a lo loco, y este mismo modelo en triángulo también a ver si consigo subir los pechotes a la altura del esternon. Estos te los puedes llevar porque con Jomío cerca se me salen las galletas maría que se me han puesto por pezón en el minuto cero. Y los ajustables también, que el cabrón disfruta deshaciéndome los lazos y dejándome el culo al aire en la playa. ¿Te he dicho ya que estoy embarazada? Pues sí, de gemelos, a ver si vas a pensar que esto son gases, son bebés, dos para ser exactos. ¿Tú tienes hijos? Son maravillosos los cabrones...Bueno, ¿me traes esas dos tallas más de suje?...”.

Veintisiete cambios después saliste toda contenta de la tienda con tu bikini rojo putón. Y la dependienta salió detrás de ti a fumarse un cigarrillo, o cuatro.

Pero los nervios y el run run seguían allí, en media hora tenías visita y a tenor de las últimas de las que has salido llorando pues ganas lo que se dice ganas de ir, no había.

Al llegar te cruzaste al ginecólogo que en ese momento despedía a una pareja en recepción y al verte te soltó: “Hoy no te dejo irte sin las bragas puestas, ¿eh?”. A lo que le respondiste sin pensar: "Pues tú no me hagas llorar y dime cosas bonitas cuando vengo, copón."

Y así es como se inicia la leyenda urbana del ginecólogo que se cepilla a la paciente preñada y despechada.

Casi una hora te tuvo el médico con el chirimbolo ese entre las piernas mientras les hacía fotos y mediciones a tus fetos saltarines, y por fin concluyó: "Estás hecha una vikinga. El dúo dinámico crece a buen ritmo así que no seas neuras y relájate. Y enhorabuena, porque a priori parece que vas a tener tu propio campo de nabos en casa. ¿Ves como sí te digo cosas bonitas?"

¿Vikinga? ¿Dúo dinámico? ¿Campo de nabos?...Así no Herr Doktor que me enamoro XD