lunes, 23 de marzo de 2015

El reducto vikingo en la vida vitwinga.

Tú. Tú eres el auténtico reducto vikingo en esta casa. No sólo por las pintas nórdico-festivas, que también, sino porque eres la única portadora de ubres en esta haus y a día de hoy la única que sobrevive a los putos viruses invernales.

Vives rodeada de niños, virus y bacterias, pero tú tan pichi. Ni un triste moco que te dé la excusa para meterte en la cama y que te cuide tu campo de nabos, nada. Sana y lozana como una manzana.

Pero tus hombres, todos tus hombres incluidos los dos bollitos gorditos, están mocosos, y los dos que tienen dientes con fiebre y anginas. Bravo.

Mucha testosterona y mucha polla pero después son una panda de mariconas. Ya lleváis un viaje al médico, y mañana toca otro no vayan los príncipes de la casa a encontrarse un poquito mejor sin el beneplácito del matasanos.

Y entre apiretales (que no epidurales, tienes al padre confundido otra vez…), termómetros, biberones y mimitos, muuuuchos mimitos de mamá, la vida en familia numerosa va avanzando, y es de todo menos aburrida. A saber:

  • Los gorditos ya rozan el umbral de la obesidad. Han triplicado su peso al nacer en menos de 3 meses, y están repletitos de lorcitas no aptas para cardíacos ya que son altamente comestibles y tóxicas. Tóxicas porque si las tocas te hechizan y ya no puedes dejar de desearlas nunca jamás, insoportable.
  • Jomío lo lleva bastante bien salvo que no entiende los balbuceos de sus hermanos y está convencido de que hablan inglés entre ellos, y no te creas que necesita alguna otra explicación. Encima tiene los huevos de alardear de hermanos ingleses en el cole, con un par.
  • Los viajes en coche son un espectáculo.Ya no tenéis un coche, tenéis un tanque. Y cuando vais los cinco impresiona un cojón girarse desde el asiento del copiloto y visualizar la parte trasera del coche llena de gente mirándote, que presión..
  • El día a día vitwingo es peculiar. De repente hay muchos pares de ojos, piernas y brazos. Cuando estáis todos en el sofá parecéis las figuras del tetris intentando encajar. El padre es el cuadrado, tú el palo largo y los vástagos las figuritas imposibles de forma extraña que se enganchan donde dan más por culo. 
  • Y cuanta más gente, más ruido. Siempre hay ruido, SIEMPRE, y risas, berridos, gorgoritos, estornudos, toses, pedos, bostezos… La de ruiditos que puede emitir el ser humano, cojones. Pues todos toditos todos, concentrados a un metro a tu redonda. Tienes un hogar muy zen.
  • Y muy dietético. Tú has recuperado tu peso pre-parto y el padre, muy a tu pesar, ha perdido muchos kilos. Y es que en una casa con gemelos + 1 hay momentos, MUCHOS, muy críticos en los que tienes que escoger entre cenar o dormir. Y oye que lo de digerir aminoácidos y glucosa y  lo empezáis a ver bastante prescindible y sobrevalorado. La mayoría de las veces gana el cansancio y os abandonáis al placer de la siesta de 7 minutazos hasta el siguiente berrido gemelar.
  • Berrido que por cierto no siempre sabéis con exactitud de qué gargantita procede. Si hay algo del mundo gemelar con lo que no contabais era con entrar en el cuarto de los bebés dispuestos a aplacar las ansias gritonas y el hambre voraz de la criatura que está chillando biberón mediante, y al entrar encontraros con dos pares de ojos abiertos observando toooodos vuestros movimientos con cara de ”¿berrido?¿¿qué berrido??” y no saber cuál de los dos era al que estaban torturando hace unos segundos. Salir del cuarto, oír el llanto de nuevo, entrar y sólo volver a ver ojazos abiertos y ni un llanto. Y así toda la noche como dos gilipollas entrando y saliendo del cuarto con un biberón en la mano que no se toma nadie. 



  • Y por último y no por ello menos importante, te has convertido en la celebrity del barrio. Todo el mundo te para por la calle, todos se interesan por los bebés, todos se asoman al carrito y todos hacen las mismas preguntas que debes reconocer, para tu sorpresa, que siempre finalizan con un “Enhorabuena, son preciosos” y te vas con tus ojeras ufana y orgullosa cagando amor por las esquinas.



Ay...

miércoles, 4 de marzo de 2015

Time goes by.

En estos dos meses de vida de los vitwingos y tras mucha observación y exhaustivo análisis de sus redonditas y mofletudas caritas, tienes por fin definido su emocionario. He aquí sus expresiones cuando están:

En efecto, has parido dos emoticonos de whatsapp. El que pone cara de sorpresa, al que has bautizado como el vitwingo suprais y el que pone morritos con caidita de ojos, que es el vitwingo zoolander.

El vitwingo surprais no se fía de ti. Crees sinceramente que piensa que no estás capacitada para criar a dos bebés a la vez y estás segura de que relajaría la expresión si le cuidara una cabra tibetana. Este mico de 2 meses ha llegado a hacerte sentir incómoda en alguna ocasión y te has descubierto a ti misma dándole explicaciones coherentes de por qué hoy has adelantado o atrasado el baño, justificándote vamos. El putas te intimida.

El vitwingo zoolander sin embargo, se pasa las 24 horas poniendo morritos zoolander y mirada acero azul (y le has visto ensayando la magnum, palabrita). Nada perturba la pose seductora de tu vitwingo zoolander, ni siquiera un kilo de plasta asomando por el pañal o un ensordecedor berrido de su hermano,  nada, permanece impertubable con sus morritos pizpiretos asomando.

Físicamente, salvo por la expresión de la cara, son dos gotas de agua, ahora bien de temperamento son radicalmente distintos, tal vez por eso aún no se conocen. No hay manera de que se miren. Les has puesto uno enfrente del otro, al lado, al otro lado, de cara, de espaldas, de culo, boca arriba, boca abajo, frente al espejo… y nada. Y si en alguna ocasión sus miradas se han cruzado ha sido de pura chiripa, y ambos al instante han dado un respingo y han puesto cara de “¡coño! ¿¿Tú otra vez??” y ya. Han seguido a lo suyo, a desconfiar de su madre uno y a poner morritos el otro.
Tal vez esperan una presentación formal, con una pequeña bio:

"Vitwingo zoolander, te presento a vitwingo surprais. Vitwingo surprais también es de Barcelona, de hecho nació en el mismo quirófano que tú, cuatro minutos más tarde. Le gusta la leche en biberón, tirarse pedos y engordar a razón de media lorza a la semana. Él es el que en alguna ocasión te ha despertado a media noche a base de berridos agudos en do sostenido y el mismo que duda de mis capacidades criatorias gemelares. 

Vitwingo surprais, éste es vitwingo zoolander. Es tu hermano gemelo, como lo oyes, increíble ¿verdad? Así es tu madre, una caja de sorpresas. Y está vivo y sano, ¿confías ya en mí?. Nació poco antes que tú y compartís muchas aficiones, genes y familiares.


Os dejo a solas un rato para que os vayáis conociendo, ya si eso voy a por un par de bibes para romper el hielo."

Tal vez así empiecen a interaccionar..

Jomío sigue en proceso de adaptación de esta locura, aún alucina y de vez en cuando lo pillas observándoos con cara de “qué coño habéis hecho, insensatos…” pero lo lleva bien. Tiene sus momentos de asesino en serie cuando les mece en las hamaquitas con mucha fuerza y ves las caritas de los pobres vitwingos con sus ojos de sorpresa y sus morritos zoolanderos rebotar y pedir clemencia, y también sus momentos deliciosos en los que sin que nadie le diga nada les limpia la leche que hayan regurgitado con un babero y mucho cariño. 

En fin, que time goes by y poco a poco vais conociéndoos todos un poco más y asentando rutinas y horarios que esperas te permitan publicar más a menudo porque por falta de anécdotas no es ;)


Mi queridísima Idoia Iribiri…  Idoia a secas para las rubias, ha incluido a las bestias pardas de los vitwingos en la imagen del blog, espero que os guste :)