Desde que decidisteis venir a
vivir a Iaioland casi todo son ventajas. CASI todo.
Huelga decir que habéis salido
ganando en muchísimo. Principalmente en tiempo. Todo está mucho más cerca,
disponéis de mucha más ayuda con los niños, los días os cunden que es un primor
y en general, todo son facilidades. Disponéis de tanto tiempo que hasta te vas
a permitir el lujo de apuntarte a clases de body combat que no sabes qué es pero
suena a tortura medieval y mola.
Pero vivir tan cerca del campo
también tiene sus inconvenientes. Y es que aunque haya gente a la que le cueste
creérselo, vivir en una gran ciudad tiene sus ventajas.
La más importante es el aire que se
respira en las grandes ciudades. Sí sí, el aire. Con su alta concentración en
dióxido de nitrógeno, dióxido de azufre y ozono permite la existencia y
proliferación del ser humano comunis pero parece que limita la existencia de los putos
artrópodos porculeros, as known
as putinsectos.
Ha sido instalaros en Iaioland y
apadrinar una manada de mosquitos del tamaño de un euro. Han debido de
oler vuestra carne fresca urbanita y se han cebado sin piedad con los cinco. Habéis
sido víctimas de todo insecto jodíodaoporculo en 15km a la redonda de tu casa.
Os han acribillado mosquitos de todo tipo (normal, tigre, león, ornitorrinco…) arañas y moscas. MOSCAS. Las putas moscas de iaioland no son sólo cansinas, MUERDEN las
muycabronas... Los gemelos llevan dos meses con sus muslitos marcados de mini
mordiscos. Ya sólo te queda darles biberones de citronela.
Aviso:
Si vivís en el sur de Cataluña o queréis venir por esta zona, no os preocupéis por los mosquitos que están
todos cómodamente instalados en tu casa. Podéis visitar la zona con total
seguridad, palabra.
Por no hablar de las arañas, en
agosto acabasteis en urgencias por las picadas de araña en uno de tus gemelos.
Por lo visto una amorosa mamá araña decidió que el colchón de una de las cunas
era el sitio perfecto para mudarse con sus ochocientas diecisiete crías, y tu
pichón amanecía cada día peor.
El peque acabó borracho de cortisona y antihistamínico. Tú tirando las mallas azules y rojas que habías comprado por si empezaba a quedarse enganchado por las paredes y a echar tela de araña por las muñecas :b
Y con
las mallas tiraste los colchones y la ropa de cama porque lo pusisteis todo
nuevo tras fumigar la habitación. Desde entonces no ha vuelto a haber madre
araña okupa, sólo invasión de hormigas.
De hormigas vagas. Porque han
debido estar tocándose los cojones a seis patas este verano y ahora todo son prisas y van estresadas. Esta última
semana se han vuelto literalmente mongolas por abastecerse en tu despensa, hasta el punto de que te dan pena y lejos de interferir en su trabajo las estás ayudando acercándoles trocitos de pan y terrones de azúcar a la entrada del hormiguero. Desconcertadas las tienes, no saben si adorarte como su a nueva deidad divina o si huir bajo tierra sin mirar atrás. A ver si así acaban antes y desaparecen rápido porque estos días es caer
una miga de pan en el suelo y tener un "3 de 10 fm" de hormigas en dos segundos.
"3 de 10 amb folre i manilles"
Igualito pero de hormigas.
En 20 años viviendo en Barcelona
nunca viste un mosquito en tu casa, no había huevos de respirar el aire de la
ciudad. Y arañas en casa pocas, muy pocas. Moscas sí, pero no mordían y ni de lejos eran tan
cansinas, insistentes y provocadoras como las de iaioland; que se
posan de nuevo en el mismo punto de tu brazo donde segundos antes casi las
aplastas y se frotan las patas delanteras mirándote con cara de “cómeme los huevos”.
Ansiosa estás por descubrir cuál
será la siguiente plaga… ¿escarabajos?...¿pulgas?... ¿alacranes? …