miércoles, 21 de mayo de 2014

Sexageneitor



“Sexagenaria soltera cachonda busca” es el motivador intrínseco de tu gimnasio para que culmines con éxito la operación bikini 2014. Se trata de un culebrón en toda regla que disfrutas en cómodas entregas de 50 minutos 2 veces por semana, los martes y los jueves de 2:30 a 3:20 para ser exactos. 

Lo protagonizan un monitor de spining cachas de dudoso gusto y la versión sexagenaria de Miley Cyrus, o lo que es lo mismo un chavalín de veintitantos sin espejos ni amigos y una barbie geriátrica ansiosa por comer rabo y enseñar tetas.

Todo empezó el día en que vuestro querido monitor rubiales y cachas decidió aparecer en clase con una camiseta de tirantes. Donde hasta ese día había un rubiales cachas ese día apareció un rubiales cachas con TODA la espalda y hombros cubiertos de pelos. MAL. 
Tu líbido se precipitó al vacío pero el de la sexagenaria, que se conoce que a ésta buena moza un macho ibérico de pelonpecho la pone perraca, se vino arriba, pero cómo. 
Ese día y en esa clase, se puso a gemir cuando hacíais “montaña dura” (aka sacar el hígado por la boca pedaleando con la máxima resistencia). Y cuando dices gemir, te refieres a gritos de puta loca corriéndose a cubazos. Y tú que eres de susto fácil casi te escuernas con el primer grito de ninfómana sociópata.
 
A la siguiente clase y medio respuesta del susto, el monitor apareció con gafas de culo de vaso y Sexageneitor con sus mallas fucsias sordomudas (mallas sobaqueras tan, tan, TAN ceñidas que con el movimiento se pueden leer los labios) lejos de apaciguarse empezó a perder aceite. A la hora de la montaña dura de turno, todo eran gemidos, suspiros y movimientos exagerados de culamen para un lado y para otro que más que ir en bici parecía que mascaba chicle con el culo. Muy sexy todo.

Y cuanto más sex appeal pierde el monitor, más cachonda y acosadora se pone Sexageneitor. 

La semana pasada apareció el monitor con braquets y ella hizo ventosa en el sillín. Esta semana ha venido rapado y ella directamente no ha venido, se ha quedado en el vestuario tocándose y frotándose por las columnas, fijo. 

Pero este gimnasio tiene una cantera infinita de personajes variopintos, y ayer hizo aparición estelar el Director del centro. Un cincuentón que va de treintañero enrollado con la imperiosa necesidad de ostentar continuamente su cargo por doquier. Entró como un torero al ruedo, saludando a todos los presentes, repartiendo palmadas en la espalda a ellos y sonrisas con guiño a ellas. Si en la próxima clase te lanza un guiño más, le lanzas tu otro, en la cara, en forma de bicicleta estática.

Este verano de cintura para arriba no tienes ni idea, pero que piernas y culo vas a lucir un rato es un hecho, porque no hay huevos de saltarse una clase de spining con semejante circo de tres pistas montado XD