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jueves, 12 de enero de 2012

Los Caracolitos Justicieros

propiedad.

(De propriedad).

1. f. Derecho o facultad de poseer alguien algo y poder disponer de ello dentro de los límites legales.

Mío, tuyo, suyo. Jomío lo tiene clarísimo. Y es un ferviente defensor de la propiedad privada.

Parque. Martes. 5:16 pm.

Jauría de cachorros humanos de 0 a 3 años repartidos por una superficie de 80 metros cuadrados de pavimento de caucho de colores con montículos en forma de tetas gigantes.  Cada uno aporta un juguete al caos. Es la ley, si no traes el tuyo te quedas sin, esto es así.

Aparece Jomío y se sube a una de las tetas para tener una visión estereoscópica y panorámica del campo de batalla y se queda de pié observando con los caracolitos al viento. Impasible. Imperturbable. Sin inmutarse. No dice nada, sólo observa. Es el Chuck Norris del parque.

De repente identifica un código 16 a las 10 en punto, se baja (más bien se arrastra) de la teta y arranca a correr dando saltitos de conejito alternando las piernas en dirección a un niño que juega a pelota.

Niño#1: 21 meses, 83 cmts, con una pelota de Cars en su poder. 

Jomío lo agarra de la manita. Niño#1 no opone resistencia (no teme por su hombría ni es un homófobo retrasado, ya habrá tiempo de corromperse) y Jomío lo lleva hacia otro niño que está jugando a 7 metros en dirección NE. 

Niño#2: 20 meses, 81 cmts, está pintando en el suelo con tizas.

Jomío lleva a niño#1 hasta niño#2.

Jomio: “Tatatata aba aba amaaaaaaa” le dice al niño#2 señalando la pelota de Cars que el niño#1 lleva en sus manos.
Niño#1: No dice nada, pero empieza a torcer el morro mirando a Jomío.
Niño#2: Escucha a Jomío y dirige la mirada hacia la pelota de Cars del niño#1. De repente abre los ojos como platos, le da un manotazo a la pelota y grita:  “Mío!”.
Niño#1: Se engorila y hace amago de resistencia tratando de evitar que niño#2 le quite la pelota.
Jomío: Oportunista y puta a partes iguales aprovecha que niño#1 no le mira para quitarle la pelota. E inmediatamente se la entrega a niño#2.
Niño#1: Maldice en niñistán a Jomío y se va dando saltitos hacia otro grupo de niños.
Niño#2: Con la pelota Cars en su poder se va hasta su madre, se la da y sigue pintando con las tizas.

Jomío, ufano y victorioso se retira del campo de batalla hacia su atalaya a seguir haciendo de vigía. Una vez más, los caracolitos justicieros han hecho el bien.


Puto chivato.

Suerte tiene de apuntar maneras como tiarrón de metro noventa porque como se quede “esmirriao” y siga con su afán de repartir justicia porqueyolovalgo te vas a hartar de ir a urgencias.