Salvaje. Así te has encontrado a Jomío este fin de semana.
Y ya puedes dar gracias por no habértelo encontrado en taparrabos y subido a una higuera gritando “atatreeeees”, su nuevo grito de guerra que precede a un brinco de rana por parte del abuelo y que va seguido de una risa exagerada a la par que histérica del enano. Y no te extraña, porque a su edad esos saltos de rana muy normales no son.
Jomío se ha pasado 2 semanas íntegras en Abuelolandia con todos los gastos pagados y libre acceso a TODO, y eso da para mucho. He aquí una pequeña muestra de los avances de Jomío durante su estancia con los abuelos:
- Camina: Con total autonomía. Pero las curvas las coge muy abiertas, si las coge cerradas se cae de lado. No sabes si está aprendiendo a caminar o a esquiar.
- Canta: En jomichistán, pero canta. Si tú no entiendes el jomichistán es tu problema.
- Vacila: En 72 horas consiguió que sufrieras 3 amagos de infarto.
- Imita: Te ha salido eco. Cuando respondes el móvil inmediatamente oyes una vocecilla castrati a ras de suelo: “¿Hala?”.
- Salta: Le encanta saltar y retozar en bolas en la cama. Se ha meado 3 veces en la cama de los abuelos. No se siente.
- Conversa: Mantiene conversaciones con el pato de Baby Newton. De toooodos los monigotes histriónicos de Baby Einstein le gusta el pato que lleva gafas de sol. Cojonudo, el único con resaca.
- Desmonta: Todo juguete con piezas desmontables es descuartizado para investigar cómo es por dentro y después lo monta y no sabes cómo pero el trasto no sólo sigue haciendo música si no que más fuerte y molesta. Olvídate de tener un hijo abogado o diplomático. Va a ser un macarra tuneador de coches.
- Muerde: Tiene un montón de dientes y muelas, parece una piraña. Y cuando se le caigan las palas superiores el Ratoncito Pérez ya puede venir con refuerzos y una carretilla para llevárselas porque tienen el tamaño de 2 yogures.
Y al igual que los grandes misterios de la humanidad hay cosas que no tienen explicación y no se la busques, simplemente suceden y punto. Como que de repente le ha dado por hacer el Moonwalker a 4 patas, que ayer aparecieron una pelota de tennis, una lima y el móvil desaparecido del abuelo en el matorral de hierbabuena del jardín o que Cayetano Rivera y Paquirrín son hermanos. Son cosas que suceden y punto.