Eres una inútil en la cocina. Se dice poco por aquí y debería
decirse más: eres una inútil en la cocina. Eres la más inútil de las inútiles.
Si existiera un Dios de los inútiles en la cocina tú serías la asesora personal
de la madre de ese Dios.
Y como a parte de inútil eres cabezota, de vez en cuando te empecinas
en superarte a ti misma en despropósitos culinarios y ya hacía semanas que no probabas. Vaya por delante que no te
atormenta ser una inútil en la cocina, lo llevas muy dignamente que lo tuyo es
hacer niños comestibles, no platos comestibles.
La semana pasada te volvió a dar ese impulso suicida en la cocina. Y reafirmaste tu inutilidad.
En repostería. Porque lo de cocinar cosas que antes estaban vivas es
algo que está más que fuera de tu alcance, esa liga es la Champions y tú eres
más de partidillo de domingo de colegas resacosos. Tu objetivo es mucho más
modesto. Sólo pretendes juntar cosas y
meterlas en el horno con la esperanza de que salga algo comestible sin quemar
la cocina. Fácil ¿no? ¡JA!
Cuando es que no, es que no. Y no sabes por qué pero cuando se te mete
entre ceja y ceja hacer algo, lo tienes que hacer en ese preciso momento. Eres
incapaz de esperar el momento oportuno, por ejemplo por la noche cuando los
niños duermen y puedes tener toda la cocina para ti sin niños apretando compulsivamente todos los botones del
horno. No. A ti te dio el impulso a las 17:16h y a las 18:00h tenías que
ir a por Jomío. Ahí, autopresionándote gratuitamente. Eres suicida de manual. Y
bajo presión haces cosas irracionales como sustituir un ingrediente por otro
que se le parece en el color. ¿Qué no tienes harina de coco? Pues coco rallado
que también es blanco. Con dos cojones. Hombredepacienciainfinita lleva dos días escupiendo
trocitos de coco.
Encima, autopresionada por tu autoimpuesta falta de tiempo, no te
lees la preparación, sólo la lista de ingredientes. Y cuando los tienes todos en un bol, entonces lees: "primero batir las claras a parte".
"Oops..., bueno pues todo a la vez total el orden de los factores no altera el producto ¿no?"
"Oops..., bueno pues todo a la vez total el orden de los factores no altera el producto ¿no?"
Pues vaya si los altera en la cocina. Nada de bizcocho, te salió un frisby de puta madre, plano
como tu encefalograma.
Frisby de toa la vida
De sabor pasable, de textura como plástico era cojonudo.
A la segunda intentona te subió un poco, medio
centímetro para ser exactos, te salió una cookie gigante blandita.
Súper cookie.
Y a la tercera te salió de un centímetro. Al menos la cosa ha ido subiendo aunque sea a su ritmo.
Si tus "frisbys" van a subir a razón de medio centímetro por
intentona, calculas que para el 16º cumpleaños de los gemelos ya te saldrá algo decente donde clavar las velas.
Sólo necesitas tiempo y que el cernícalo
de Jomío no te amilane que anoche cuando vio que volvías a sacar los moldes y las harinas dijo:
“¿Ya vas a volver a hacer otro pastel ‘de los
tuyos’?”
No sabes qué te resultó más faltón, si el YA o ese DE LOS TUYOS...