lunes, 21 de febrero de 2011

Comadreja, esa profesión incomprendida.

El pequeñajo evoluciona perfectamente. 

Te has esmerado tanto en hacerlo bien y te has aplicado con tanto ahínco que te has despreocupado de alguien importante en esta historia, tú.

Ahora resulta que tu hijo está en perfectísimo estado y creciendo muy hermoso pero que tú estás anémica, baja de tensión y con exceso de peso. Cojonudo.

El que hace unos meses era tu ginecólogo guay se acaba de convertir en tu peor enemigo. Y como todo ser vil que se precie, su inseparable compañera de fatigas siempre le compaña: la comadrona.

¿¿Porqué TODAS las comadronas del mundo son señoras mayores con mucha mala leche?? ¿¡¿Y porqué ODIAN a todas las mujeres embarazadas del planeta?!? ¿¿Dónde están las comadronas jóvenes y sonrientes?? ¿¿Es que tener mil años y una mala ostia de pelotas es condición sine qua non para licenciarse en Comadriles y Maternales??...

Además parece que disfruten haciéndote pasar un mal rato y jodiéndote a base de bien. Después de pesarte con el culo al aire delante del ginecólogo y de tu marido, se pone a hacer unas anotaciones y sin levantar la vista de su libro de las sombras te dice con voz triunfal: “¡Nena! Has engordado demasiado. No puedes engordar así, te voy a traer una dieta”.

Eso, tú ven a joderme más que me pone” piensas, pero ni te atreves a abrir la boca porque nada puedes hacer contra Comadreitor, este embarazo es de su potestad y ella manda.

Te quedan por delante 5 meses de fruta, verdura y carne/pescado a la plancha con un apetito de brontosaurio insaciable a todas horas. Por supuesto los dulces están prohibidos, el pan, las galletas, las conservas, los frutos secos y el agua de vichy!! ¿¿¡¿Dónde cojones se ha visto que el agua de Vichy sea perjudicial!!??? O_O

Y no contenta con tu sobrepeso además te informa de que tienes anemia, la tensión baja y has dado negativo a la toxoplasmosis lo que te obliga a no tocar el sushi ni los embutidos de cerdo, dejándote un panorama bastante desolador: el pavo, los burguitos sin sal y todo lo que sea verde y fresco. Es el fin :('

En la canastilla del bebé ya has incluido un jamón y cuando hayas parido te lo vas a comer a “bocaos” en la clínica (tú sola y sin pan).

7 comentarios:

  1. oye, guapina, según leo tu blog, más me alegro de haberme quedado huérfana de hijos... :)

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  2. nadaaaaa que la maternidad molamogollón!!!

    pero tienes que pillarla con MUCHAS ganas que como te pille poco convencida...lascagao! jejeje

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  3. Pues a mi me da una envidia..;)

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  4. dios mio que me troncho!!!
    a mi me trajeron un jamon al hospital, y dos platos grandes de embutidos ibericos surtidos.
    ejjeejejeja

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  5. eso son amigos y lo demás son tonterías!! ;))

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  6. Que bueno, me encanta releer tu blog ahora que estoy pasando por esto otra vez. Al menos tu tenías apetito. Yo ahora mismo (y los dos anteriores igual) no soporto el pescado, el chocolate (que es un vicio cuando no estoy embarazada) la leche, la fruta y los potitos de mi hija menor. Pues cuando le solté esto y le di la lista de cosas que podía comer sin vomitar al primer ginecólogo que me atendió con el embarazo de la mayor, todavía el muy gilip...oulos me quiso quitar cosas como el jamón york y el pan de molde (no podía pasar el pan de barra normal) y eso que a esas alturas ya había perdido más de cinco kilos. Me quedé con la boca abierta pensando ¿Y que como? ¿agua y tomates? Así que pasé olímpicamente del tipo e hice lo que me pedía el cuerpo. El resultado fue una niña preciosa y muy sana. Y al menos fue el gine, que mi matrona era un encanto de mujer :-)

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  7. claro que sí, lo mejor es hacer lo que el cuerpo te pida, siempre y cuando no te pida hacer puenting o alimentarte a base de tornillos ;o)
    Enhorabuena por este tercer bomboncito en camino :)

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