lunes, 14 de marzo de 2011

La mejor defensa es un buen ataque

Estás en el bus rumbo a la consulta del médico dispuesta a desarmar a comadreitor.

Andas sumida en tus pensamientos de venganza con una sonrisa maléfica dibujada en la cara cuando de repente alguien te saca de tu ensoñación al son de: “Eh tú! Sí sí la rubia, ¿te importa cederle tu asiento a esta señora?”. A lo que tu primera reacción es de indignación “Eh! Que estos asientos TAMBIÉN están reservados para mí!! ¿No ves mi barriga?” pero se acerca tu parada y cedes tu asiento. Y al instante la misma que te ha llamado la atención dice: “¡Es que no hay vergüenza!” y ahí ya no te puedes callar: “Perdone señora, pero lo que no hay es sitio.” Le enseñas tu barrigota y te bajas toda digna.

Ya en la consulta decides centrarte en lo verdaderamente importante: entender la retorcida psicología patológica de comadreitor.

Nada más entrar ves una sombra deslizarse como una serpiente y la identificas al momento, es ella. Está en posición de ataque con la Libro de las Sombras en su mano. Así que sacas a relucir tu entrenadísima sonrisa falsa y te diriges a ella con un estupendo: ¡Buenas tardes! A lo que te responde con un intento de sonrisa forzada y te dice: “métete aquí, quítate la parte de abajo y haz un pipí”. Esta señora tiene la sensibilidad de una mesa…

Pero no vas a tirar la toalla tan fácilmente, así que sigues dándole conversación y adelantándote a su ataque: “Mira tengo un problema, y es que siempre he hecho mucho deporte y ahora que no hago, engordo con una facilidad pasmosa, y eso que no como nada de grasas, ¿eh? sólo fruta, verdura y carne y pescado a la plancha, y aún y así engordo más de lo que debería. ¿Qué me sugieres que haga, Oh Comadreitor, Gurú y Oráculo de la Sabiduría preñatril? Ilumíname con tu infinita experiencia y muéstrame el camino!” te entran ganas de decirle, pero esto último no tienes huevos de decírselo.

La tienes justo donde querías: pensando que eres tontalculo y que necesitas ayuda así que en lugar de atacarte se pone condescendiente y confiada contigo “Contrólate la sal, es el verdadero enemigo de las embarazadas, puedes sustituirla por limón o vinagre para que la comida no te sepa sosa. Y ¿porqué has dejado de hacer deporte? Trata de hacer algo de deporte suave, camina pero sin cansarte”.

Eso haré, volveré caminando a casa después del trabajo cada día.” Le respondes con una mega sonrisa.

Perfecto! Pero sobretodo no camines rápido porque no es bueno para la matriz, te pegará tirones”.

Eso haré también, volveré caminando a casa después del trabajo cada día, muy despacio, aunque tarde 2 hora en llegar a casa”. Otra mega sonrisa.

Uy! Sí que has engordado sí…pero te voy a quitar estos 600gr porque el vestido que llevas creo que pesa mucho

¡¡¡¡BINGO!!!! Comadreitor-1 Rubia-1 ¡Empate! :)

Aún más cuando te mide la tensión y te dice: “¡estás perfecta!” Estás a punto de morir de gloria. Encima para rematar tu victoria antes de irse se despide con una sonrisa casi humana. Eres una crack.

Pero como todo no puede ser perfecto, en esta ocasión es tu ginecólogo el que viene a joderte la marrana.

Estás más anémica que en la última analítica, ¿te estás tomando el hierro que te receté?

¡Por supuesto!” le contestas flipando, ¡¡pero si cagas tornillos!!

”Pues voy a recetarte una dosis mayor y doble”.

Cojonudo, a partir de mañana cagarás yunques de hierro forjado.

Y no contento con ponerle el “más difícil todavía” a tu intestino en lugar de hacerte una eco se limita a ponerte una especie de megáfono encima de tu barriga y tras escuchar los latidos de tu pequeñín te dice: “ya está, puedes vestirte”.

¿Cómo?! ¿?¿?Y mi eco?!?!”

“Hoy no toca eco, hoy sólo seguimiento, en la próxima visita te haré la eco”.

“¿Entonces me voy sin ver a mi retoño? ¿!¿Tengo que esperar otro (puto) mes?!?”

“Sí”.

¿Quién eres tú y qué has hecho con mi ginecólogo?

Te quedas sólo medio feliz. Le has metido un gol a comadreitor pero no has podido verle la carita a tu retoño.

Cuando te vas empiezas a pensar que tal vez comadreitor no sea tan mala, sólo que no sabe ser otra cosa. Cuando llegas a casa decides dar con la prueba de que las comadrejas antaño eran seres amables y dulces y te pones a investigar (te metes en Google vamos) y vaya que si das con la prueba! Descubres que las preguntas más frecuentes de las embarazadas son:

“ ¿Es peligroso para el bebé hacer fotocopias durante el embarazo?”
“¿Puedo hacerme la manicura estando embarazada?”
“¿Puedo practicar sexo anal estando embarazada?

Y tu preferida:

“¿Puedo tragar semen durante el embarazo?”


Ante semejante nivel de gilipollez las comadronas no han tenido más remedio que abdicar y dejar el sentimentalismo de lado para convertirse en embajadoras del mal rollo y el puteo.

4 comentarios:

  1. Me encantaaaa!!!! Te vas mejorando, guapetona... ;-D

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  2. Només faltava la risilla... "jejeje, comadreitor, eres mía!!!" :-P

    Molt divertit, m'ha agradat especialment.

    Una abraçada!

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  3. comadreitor, jaja, muy bien buscado
    un post lleno de sabiduría, si señor!!
    las preguntas más tontas sobre el embarazo están en google, pero me apuesto las mechas a que ninguna se atreve a preguntarlas a la cara

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  4. fijísimo...que embarazadas todas nos volvemos de un digno que da gusto...pero por dentro nos preguntamos ¿me puedo hacer las mechas?...jaja seguro vamos!

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